Por Jusepe Martínez, quien seguramente llegó a conocerlo, consta que completó su formación en Italia con Leandro Bassano, cuya influencia se advierte inequívocamente en su obra junto con la de otros maestros italianos, lo que unido a sus constantes desplazamientos dentro de la península hace de Orrente un artista clave en la formación y difusión del naturalismo tanto en Castilla como en Valencia.No vuelven a tenerse noticias hasta 1604, cuando un tal Jerónimo de Castro se comprometía a pagar en Murcia al padre del pintor por un San Vidal que Orrente había pintado para él.Se deduce que Pedro se hallaba ausente, quizá en Italia, no reapareciendo documentalmente hasta 1607, de nuevo en Murcia, concertando los servicios de una criada.Es posible que en estos desplazamientos entre Murcia y Toledo parase algún tiempo en Cuenca, donde Cristóbal García Salmerón se demuestra estrecho seguidor de su obra y quizá discípulo.Parece probable que se trasladase a Valencia, donde el 17 de enero de 1645, viudo y sin hijos, y con una holgada situación económica, hizo testamento.[10] Discípulos o seguidores suyos en esta etapa valenciana, según se aprecia en sus respectivas obras, fueron Esteban March, Pablo Pontons y el también murciano Mateo Gilarte.Así lo observó ya Francisco Pacheco, quien pudo conocer a Orrente durante su estancia en Toledo en 1611.Pero Orrente fue autor también de grandes cuadros de altar, de composición compleja y con grandes figuras llenando el espacio, como ya observó Jusepe Martínez al apuntar, que «aunque el Bassan se ejercitó más en hacer figuras medianas, nuestro Orrente tomó la manera mayor, en que dio a conocer su grande espíritu».[19] Un problema particular relacionado con la ausencia de dataciones seguras lo plantean algunas obras en las que se han advertido influencias del Greco.
El martirio de San Sebastián
, hacia 1616, óleo sobre lienzo, 306x219 cm, conservado en la
catedral de Valencia
. Se trata de la obra más monumental de Orrente, en la que se entrecruzan las influencias italianas presentes en su pintura:
caravaggista
en la fuerte iluminación lateral y veneciana en el paisaje. Para la figura del santo pudo, además, valerse del
Sansón
de
Guido Reni
en la Pinacoteca de Bolonia, conocido quizá a través de una estampa.
La multiplicación de los panes y los peces
, hacia 1613, óleo sobre lienzo, 107x138 cm, San Petersburgo,
Museo del Hermitage
. Obra de concepción
bassanesca
en la amplitud de su paisaje poblado por múltiples figuras de dibujo preciso.