Jardín del Príncipe (Aranjuez)

En su parte occidental discurre un paseo al lado del Tajo, con muro de mampostería y macetas.

En su plaza central hay una fuente, con estanque oval mixtilíneo y una figura recostada, hecha en mármol de Carrara, atribuida tradicionalmente a Neptuno.

[13]​[14]​ Fuera del jardín, pero en el mismo eje que la calle del Embarcadero, se encuentra el pabellón real; de planta cuadrada, está construido en piedra y cubierto por un tejado a cuatro aguas de pizarra.

[16]​ En su lugar, previamente, había un jardín proyectado por Pablo Boutelou en 1784, consistente en una pradera central, con caminos de arena, que se abría al Tajo.

[19]​[20]​ Este conjunto, también denominado jardín Español, se encuentra entre la calle del Embarcadero y el río Tajo.

Está formado por un trazado regular en el que se ubican tres plazas, una cuadrangular, otra rectangular y una última circular.

En el centro del conjunto, una roca artificial, y sobre ella una réplica de la escultura de Apolo —la original procedía del conjunto Apolo y las Musas, del palacio de la Granja, pero fue trasladada a Aranjuez por Carlos IV, hasta su retorno a la Granja en el año 2000—.

[26]​ Este presenta una forma compacta, con orillas irregulares, y en su interior se levantan tres islas, con un puente para facilitar su acceso, excepto en la del obelisco, que lo ha perdido.

La cubierta es a ocho aguas, de inspiración oriental, y está rematada en una pequeña linterna.

[27]​ Por último el obelisco, elaborado en piedra, posee una altura de siete metros y está colocado sobre rocas.

Le acompañan varios árboles y a su lado hay una gruta entre rocas, de donde surgía el agua del estanque.

[28]​[30]​ En esta zona se desarrolló un programa paisajístico a través de las denominadas islas.

En una de las islas se levantó una choza, denominada del Ermitaño, con un puente y un huerto, ya desaparecidos.

En toda la zona se plantaron especies exóticas mandadas traer desde los territorios españoles de ultramar.

[31]​[30]​ El último de los espacios, limitando al este con los viveros, cuenta con la Casa del Labrador como principal elemento.

[32]​ Buscaba parecer una típica casa de labor —de ahí su nombre— como complemento al paisaje del jardín.

Cerramiento del jardín
Paseo arbolado
Dos de los pabellones reales
Embarcadero
Vista general del museo de Falúas Reales
El Castillo
Fauno
Cenador de Rusiñol
Fuente de Narciso en otoño
Calle y, al fondo, la fuente de Apolo
Detalle de la fuente del Cisne
Estanque chinesco en otoño
Vista parcial de la Casa del Labrador