Durante una actuación en un pequeño pueblo, es abordado por la joven y bella Liliana (Carla Del Poggio), quien le pide que la deje ingresar al mundo del espectáculo, pero todos los integrantes de la compañía, siempre en quiebra, se oponen, considerándolo solo un costo extra.
Liliana no se rinde y sigue a la compañía en su viaje hacia otro teatro provincial.
Aquí, aprovechando la atracción que Checco siente por ella, logra ser contratada como bailarina y pronto roba el show a los demás actores.
Una tarde, en la estación, Liliana, elegantemente vestida y en compañía de su rico amante, parte en un lujoso tren hacia Milán, donde le espera el éxito.
La calma y el cariño familiar de Melina parecen haber reconquistado a Checco.
Según la actriz Carla Del Poggio, esposa del director Alberto Lattuada, ella fue la primera en tener la idea original de la película: «Me gustaría conectar de nuevo con la danza, mi primer amor artístico.»[1]Le comentó la idea a Federico Fellini y a su mujer, Giulietta Masina, con quienes ella y su marido mantenían entonces una estrecha amistad profesional y personal.
Además de los dos directores, en la escritura del guion colaboraron Tullio Pinelli y, sin acreditar, Ennio Flaiano.
Para producir la película, Lattuada y Fellini eligieron un camino inusual: crearon una cooperativa formada por los dos directores, sus respectivas esposas y John Kitzmiller[5] (método que luego seguiría, aunque con muchas diferencias, Carlo Lizzani para la producción de Atención, ¡bandidos!
Primero llamada Figli d'arte, luego Piccole stelle, Luci del varie fue filmada en las fábricas Scalera de Roma, con exteriores en Capranica.
Según Del Poggio, ella quería «hacer el papel de soubrette para poder bailar bien».
También está presente, John Kitzmiller, afroamericano que ya había trabajado con Lattuada y Fellini en Senza pietà.
Además, entre las coristas que acompañan el espectáculo de Liliana/Carla Del Poggio, ahora en camino al éxito, bailan dos chicas aún desconocidas: Giovanna Ralli y Sofia Lazzaro, que más tarde cambiará su nombre y se convertirá en Sophia Loren.
Dos de los intérpretes, Dante Maggio y Silvio Bagolini, también confirmaron esta tesis, aunque con diferentes matices.
Fellini intervino al respecto con declaraciones contradictorias: «Mi primera película fue Luci del varietà; la dirección y el tema eran míos», afirmó, mientras que en otra ocasión, por el contrario dijo que «en verdad Lattuada hizo todo, yo me limité a observar».
La película fue analizada por Il Corriere della Sera, que la presentó como "un experimento interesante" en la fórmula de producción.
Luces de variedades sigue siendo una película importante, también por los medios expresivos utilizados, por primera vez Lattuada tiende un puente -y la contribución de Fellini es evidente en este sentido- entre él y sus personajes, ricos en calidez humana, en una actuación que a menudo remite a la commedia dell'arte».