Giulietta Masina

Durante su paso por la universidad, cultivó su pasión por la interpretación y en el curso 1941-42 participó en numerosos espectáculos de danza, música y teatro universitario en el Stadium Urbis, que luego se convertiría en el Teatro Ateneo de Roma.

Su primera incursión en el cine se produjo en 1946 como extra en la película Camarada (Paisà) de Roberto Rossellini,[1]​ pero su verdadero primer trabajo fue en 1947 en la película Sin piedad (Senza pietà), dirigida por Alberto Lattuada e interpretada junto a Carla Del Poggio.

En 1958 trabaja junto a Alberto Sordi en la película Fortunella del director Eduardo De Filippo.

Fellini y Masina fueron enterrados junto a su malogrado hijo en el cementerio de Rímini, ciudad natal del director.

En 2003 se descubrió junto a la tumba un monumento en bronce en forma de vela realizado por el escultor italiano Arnaldo Pomodoro.

[6]​ A pesar de que su carrera cinematográfica fue predominante, Giulietta Masina trabajó también en radio y televisión.