Sin piedad

Esos abusos ocurrieron, cuando el ranchero, cuyo nombre es Henry Ballard, obliga a Myrl a entregarle temporalmente dos valiosos caballos como pago temporal a cambio de pasar por sus tierras hasta que pague con su dinero el peaje de vuelta al lugar.

Sin embargo, el juez encargado del caso, Wilkins, deja a un lado su denuncia, porque es corrupto y está bajo control de Ballard.

Ante esta situación el comerciante se ve obligado a iniciar su propia justicia en contra de Ballard, en la que consigue reclutar a mucha gente del lugar, que está furiosa por las actuaciones de Ballard, una acción que estremecerá al futuro estado de Wyoming y que también pondrá en juego su vida, ya que el gobernador del futuro estado está decidido a actuar contra él por sus acciones.

Decine21 ve la película como un correcto film para televisión dirigido por John Badham, al cual considera competente.

[3]​ Finalmente, según Litolandia, la película es un buen drama y sin fantasmadas.