Libro de horas de la reina María de Navarra

[9]​ Las primeras atribuciones sobre la autoría realizadas por Santiago Alcolea Blanch apuntaban exclusivamente a Ferrer Bassa: Posteriormente, Alix Saulnier-Pinsard propuso al Maestro de San Marcos como autor principal acompañado de un ayudante no identificado.

El códice original se conserva en París, en la Biblioteca Nacional de Francia.

[16]​ La historiadora Rosa Alcoy propuso una teoría que lo identificaba con Jaume Cascalls, yerno de Ferrer Bassa y colaborador en alguno de sus trabajos,[17]​ si bien otros historiadores no coinciden con esta atribución.

[19]​ En los años 1980, la historiadora medievalista Rosa Alcoy desarrolló una tesis sobre la datación que permitía no fijar en 1342 como terminus ante quem y situaba la confección del manuscrito hacia el año 1346, lo que explicaría más razonadamente la intervención de hasta tres artistas en su confección.

[22]​ La parte de texto de la obra está realizada por un único copista con letra gótica redondeada y bastante cerrada, que lo sitúa en la zona septentrional del territorio peninsular cercano al territorio occitano, bien Navarra o tierras del Pirineo catalán occidental.

El rayado horizontal no es visible, salvo algunos pequeños fragmentos hechos probablemente con lápiz de plomo.

[23]​ A la lujosa y abundante ilustración une la riqueza del contenido litúrgico, con características casi exclusivas, como las horas en honor de su ascendiente directo, San Luis.

Destaca la influencia de Siena impuesta por Giotto di Bondone que suaviza el lenguaje plástico, introduce musicalidad y vitalidad del diseño gótico: las formas más dulces, las composiciones más armónicas.

En los folios correspondientes a los meses y al zodiaco se observa un tratamiento pictórico singular que aporta pinceladas rápidas y matices del color característico de los iconos de la primera mitad del siglo XIV, que Ferrer Bassa había adoptado y que, sin ser exclusivamente suyo en el trecento, sí lo es en el entorno catalán.

Son imágenes antropomorfas, caras redondas o máscaras de color, pero también se encuentran dragones y otros animales fantásticos.

[26]​ el autor dominaba la técnica italianizada desarrollada en Liguria e importada al taller barcelonés de Bassa.

[32]​ La práctica de la marginalia ya se podía observar en Italia en las artes plásticas desde el fresco a la escultura o la miniatura.

Esta influencia llegó a la Cataluña del trecento, si bien, en el caso de Ferrer Bassa, solo fue aplicada en su producción miniaturista, y no en toda, ya que en el Salterio no hay ninguna muestra.

[32]​ La representación de rostros o cabezas aisladas es un recurso iconográfico antiguo que refiere a la Gorgona Medusa.

Los folios están numerados del 2 al 350 y falta el 258, si bien parece que no tenía texto ni decoración.

El libro contempla los oficios completos separados en horas nocturnas y diurnas: maitines, laudes, prima, tercera, sexta, nona, vísperas y completas, con la peculiaridad de la presencia del oficio de San Luis.

En esta sección, las miniaturas se limitan a viñetas inscritas en el encuadre.

El tema de la Visitación del Maestro de Baltimore en el folio 44v.
Pentecostés en Las Horas, f.160v (Arnau Bassa)
Pentecostés en el Salterio, f.94 (Ferrer Bassa)
Rostro de marginalia hecha por el Maestro de Baltimore, f.161