Las Leyes de Nuremberg tuvieron un impacto económico y social paralizante en la comunidad judía.
Como a los judíos ya no se les permitía trabajar en la administración pública o en profesiones reguladas por el gobierno, como la medicina y la educación, muchos empresarios y profesionales de clase media se vieron obligados a aceptar empleos de baja categoría.
[3] En 1938 era casi imposible para los potenciales emigrantes judíos encontrar un país dispuesto a acogerlos.
[5] Proponían un gobierno central fuerte, aumentar el Lebensraum (espacio vital) para los germánicos, la creación de una Volksgemeinschaft (comunidad popular) basada en la raza y la limpieza racial mediante la supresión activa de los judíos, a los cuales se les quitaría la ciudadanía y los derechos civiles.
[7] El libro es una autobiografía y una exposición de su ideología, que incluye planes para transformar la sociedad alemana en una basada en la raza.
Hitler no dudó de su visión del mundo expuesta en el Mein Kampf.
[9] La discriminación contra los judíos se intensificó después de que los nazis llegasen al poder.
Las Sturmabteilung (SA; el ala paramilitar del Partido Nazi) emprendieron durante el siguiente mes ataques a negocios de judíos, sinagogas y a los judíos que ejercían profesiones jurídicas.
[22] Esta última ley también fue usada para forzar el internamiento en prisiones o campos de concentración de los considerados como "inadaptados sociales", entre los que se incluían los desempleados, las prostitutas, mendigos, alcohólicos, vagabundos sin hogar, negros y gitanos.
[23][24] La Oficina Central para Combatir a los Gitanos se estableció en 1929, durante la República de Weimar.
[32] Muchos de los que no eran miembros del Partido Nazi ignoraron el boicot y se opusieron a la violencia preocupados por su propia seguridad.
[34] El asunto pasó a ocupar un primer plano en la agenda estatal como resultado de esta agitación antisemita.
El borrador de la ley también establecía la prohibición del matrimonio entre personas con enfermedades hereditarias.
Frick amenazó con emprender acciones legales contra los miembros del Partido Nazi que ignorasen la orden.
[40] Hitler decidió que la reunión sería una buena oportunidad para introducir las largamente esperadas leyes anti-judías.
[41] Entonces habló con Hans Pfundtner, secretario de Estado en el Ministerio del Interior del Reich, y con Wilhelm Stuckart, consejero ministerial, para instruirles a esbozar una ley para prohibir las relaciones sexuales o los matrimonios entre judíos y no judíos.
[39] Hitler encontró los borradores iniciales demasiado indulgentes, de modo que aproximadamente a media noche Wilhelm Frick le trajo cuatro nuevos borradores que se diferenciaban sobre todo en la severidad de las penas.
Hitler escogió la versión más indulgente pero dejó como vaga la definición de quién era judío.
[48] La frase en la Ley de Ciudadanía "por su conducta que está dispuesto y es apto para servir fielmente al pueblo alemán y al Reich" significa que los oponentes políticos podían también ser privados de su ciudadanía alemana.
[49] Los años siguientes, se promulgaron 13 leyes adicionales que marginalizaron aún más a la comunidad judía en Alemania.
[63] Las personas acusadas de corrupción racial eran humilladas públicamente haciéndolas desfilar por las calles con una pancarta colgada del cuello en la que se detallaba su delito.
Con el tiempo, la ley se amplió para incluir formas no sexuales de contacto físico, como saludar a alguien con un beso o un abrazo.
[69] Los mayoristas que seguían sirviendo a los comerciantes judíos fueron paseados por las calles con carteles alrededor del cuello proclamándolos como traidores.
[62] A medida que los judíos fueron excluidos cada vez más de la sociedad alemana, organizaron sus propios eventos sociales, escuelas y actividades.
[71] Sin embargo, los problemas económicos no se resolvieron tan fácilmente; Muchas empresas judías cerraron debido a la falta de clientes.
[3] Cualquiera que fuera sorprendido transfiriendo su dinero al extranjero era sentenciado a largas penas de prisión por "saboteadores económicos".
[76][77] En 1938 se estaba volviendo casi imposible para los potenciales emigrantes judíos encontrar un país que los acogiera.
[79] Nacionalistas y xenófobos en otros países presionaron a sus gobiernos para que no aceptaran oleadas de inmigrantes judíos, especialmente los afectados por la pobreza.
La biblioteca reveló la existencia del documento en 1999 y lo prestó de forma permanente al Centro Cultural Skirball, que lo colocó en exposición pública.
[87] Varios países con regímenes afines a la Alemania nazi aprobaron sus propias leyes racistas o anti-judías: