Encabezó el ala más radical del partido y abogó por una política nacionalsocialista.
Nacido en Štiavnické Bane,[2] en lo que sería en el futuro Eslovaquia (por entonces parte de la Hungría austrohúngara conocida como "Tierras altas" (en húngaro: Felvidék), Tuka era hijo de padres eslovacos magiarizados y recibió una educación magiar.
[2] Cuando las tropas checoslovacas ocuparon Bratislava en 1919, la facultad de Derecho se trasladó a la Hungría no ocupada, pero Tuka decidió permanecer en la ciudad,[1] habiéndole prometido el comisionado para la universidad, František Jehlička, un puesto destacado en la nueva organización universitaria eslovaca, que nunca llegó a recibir.
[1][2] Como otro destacado colaborador de este, el padre František Jehlička, era un agente a sueldo magiar.
[4] El partido consideró la propuesta demasiado radical y la rechazó, pero Hlinka, impresionado por el intelecto de Tuka, le nombró editor del periódico del partido, Slovák en marzo de 1922.
[4] Al frente de la publicación, Tuka pudo darle un sesgo antisemita, antiprotestante y anticheco.
[4][2] Se encontraba, sin embargo, en una posición extrema minoritaria pese a su gran influencia sobre Hlinka, en la prensa del partido y en la dirección del mismo: la mayoría de la organización abogaba únicamente por una mayor autonomía de Eslovaquia en el nuevo Estado y la defensa de lo que consideraban los intereses eslovacos.
[6] El Gobierno regional, cuyo primer ministro hubiese nombrado el presidente de la república, tendría a su cargo las competencias de educación, administración, asuntos religiosos, obras públicas, economía, comercio y asuntos sociales.
[6] Además, un quinto del Parlamento nacional se hubiese reservado para los delegados eslovacos.
[6] Esta negativa llevó al PPE a buscar apoyo extranjero para lograr sus objetivos autonomistas.
[7] Durante esta época, mantuvo contactos secretos con diversos grupos de ultraderecha y reaccionarios, como los monárquicos austriacos,[2] los fascistas italianos o los nazis alemanes.
[11] El verano de 1929 supuso una gran crisis para el partido, que perdía apoyos, tenía a uno de sus principales dirigentes procesado y las tensiones entre radicales y moderados crecía.
[18] Aunque las pruebas aportadas en el juicio eran endebles, su culpabilidad fue corroborada gracias a documentos húngaros tras la Segunda Guerra Mundial.
[21] En los primeros días Hlinka, al contrario que otros dirigentes del partido, decidió mantenerse en el Gobierno para poder ayudar mejor a Tuka, pero, ante lo infructuoso de su mediación, finalmente decidió dimitir.
[26] Esta fracción era especialmente influyente entre los diputados del parlamento y estaba formada en general por veteranos el movimiento nacionalista eslovaco, que se caracterizaban por su hostilidad a Hungría.
[29] Pocos días después, lo hizo el propio Hlinka, publicándose varios artículos favorables en Slovák.
[29] La campaña a favor de su amnistía, sin embargo, no logró un apoyo notable.
[31] En 1938 Tuka volvió a la vida política y recuperó su puesto destacado en el partido.
[27] Tras la crisis de Múnich y la reorganización del Estado que dio lugar a la Segunda República Checoslovaca, los elementos radicales del partido se agruparon en torno a Tuka, insatisfechos con la amplia autonomía lograda en octubre.
[19] Poco después abogaba en balde por la independencia de Eslovaquia, que los alemanes todavía no apoyaban.
[38] Tuka fue nombrado el 16 de marzo de 1939 ministro del Interior y vice primer ministro,[34] junto con otros correligionarios extremistas en destacados puestos del nuevo Gobierno.
[39] Tuka, impopular,[40] conocido ya por su ambición y su vanidad, aspiraba a lograr el puesto de Tiso gracias al apoyo alemán.
[40] Desde la fundación del nuevo Estado, el ala más moderada del partido, dirigida por Tiso, se enfrentó a la más radical, de la que Tuka era el caudillo principal.
[34] Los conflictos y maniobras para tratar de expulsar del poder al adversario marcaron la política nacional.
[42] Hitler mantuvo así el enfrentamiento entre los dos bandos dentro del partido, asegurándose la posición de árbitro entre las mismas.
[48] Su intento de convertir el parlamento en una cámara al estilo alemán que apenas se reuniese tampoco frutificó.
[49] Alemania deseaba acabar con la tensión en Eslovaquia ante las próximas campañas militares en Europa del Este.
[51] El 23 de octubre de 1942, Tiso logró ser proclamado «caudillo» del Estado y del partido (en eslovaco: Vôdca),[52] aumentando su poder sobre la administración y debilitando la posición de Tuka, que solo conservó el puesto en las sucesivas crisis entre moderados y radicales por el apoyo alemán.
[58] La ocupación del país en septiembre tras el Levantamiento Nacional Eslovaco permitió a las SS retomar la tarea de exterminio.
[34] En Austria fue capturado por los Aliados al terminar la contienda y fue después entregado a las autoridades checoslovacas.