Guardia de Hlinka

[4]​ Saludaban de manera similar a los fascistas italianos, teniendo un grito propio: ¡Na straz!

[4]​ Sus finanzas dependían de las partidas asignadas por el partido, los ingresos por chantaje (especialmente contra los judíos), el robo y las aportaciones de mecenas internacionales (alemanes,polacos y probablemente húngaros).

[6]​ De forma similar a otras organizaciones contemporáneas, la Guardia se basaba en un fuerte chovinismo.

[7]​ Era antisemita y católica, aunque se oponía a que el país fuese regido por sacerdotes (como lo era la cúpula más moderada del partido).

[8]​ En política social se limitó a copiar las ideas nacionalsocialistas, sin aportar nada.

[8]​ Defendía además un modelo político autoritario, oponiéndose a la continuación del Parlamento, incluso siendo de partido único.

[8]​ El 29 de octubre de 1938, pocos días después de su fundación oficial, la Guardia quedó como la única organización gimnástica o paramilitar legal en Eslovaquia, obligándose a las demás a disolverse y entregar sus propiedades a la Guardia.

[9]​ Su falta de disciplina le hizo perder pronto este lustre.

[10]​ Supuestamente subordinada a la dirección del partido, la Guardia mantenía en la práctica una amplia autonomía.

[16]​ El Levantamiento Nacional Eslovaco del 29 de agosto, sin embargo, hizo revivir a la Guardia.

[19]​ El propio Tiso la definió como un grupo de «generales sin tropas».

Emblema de la Guardia de Hlinka.