[28] Después de escuchar hablar al líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), Hitler, por primera vez en 1920, durante un mitin en Múnich, dio todo su apoyo a él.
[31] Entretanto, continuaban los problemas con la economía; la hiperinflación hizo que muchas fortunas personales se volvieran inútiles.
Se hospedó en casa con los Haushofer y luego huyó a Austria, pero lo convencieron de que regresara.
También hablaba por radio y en concentraciones en todo el país, con tanta frecuencia que los mensajes se publicaron en formato de libro en 1938.
[53] Actuó como delegado del Führer en negociaciones con industriales y miembros de las clases más acomodadas.
Se ubicó en sexto lugar de veintinueve participantes en una carrera similar celebrada el año siguiente.
[68][77][78] Al principio, estableciendo un rumbo hacia Bonn, utilizó puntos de referencia en el terreno para orientarse y hacer correcciones menores del trayecto.
Aproximadamente en este momento, sus tanques de combustible auxiliares estaban agotados, por lo que los lanzó al mar.
[80] Habría estado más cerca de su destino si no hubiera tenido problemas para salir del avión.
Los informes posteriores de periódicos alemanes describieron a Hess como «engañado, trastornado», resaltando que su salud mental se había visto afectada por lesiones sufridas durante la Primera Guerra Mundial.
[92] Después de la guerra, Albert Speer discutió los motivos del vuelo, a quien Hess le dijo que «la idea había sido infundida en él durante un sueño por fuerzas sobrenaturales.
[93] Mientras estaba en la prisión de Spandau, Hess comentó al periodista Desmond Zwar que Alemania no podía ganar una guerra en dos frentes.
[95] Aterrizó en la granja Floors, Eaglesham, al sur de Glasgow, donde fue descubierto aún luchando con su paracaídas por el labrador local David McLean.
Identificándose como «Hauptmann Alfred Horn», Hess dijo que tenía un mensaje importante para el duque de Hamilton.
Después fue llevado a la estación de policía en Giffnock, llegando pasada la medianoche; fue registrado y sus posesiones confiscadas.
Hess inmediatamente admitió su verdadera identidad y describió el motivo de su viaje; Hamilton le dijo que continuaría el diálogo con la ayuda de un intérprete, ya que Hess, aunque podía hablar bien inglés, tenía problemas para entenderle.
Kirkpatrick sostuvo dos reuniones más en el transcurso de los próximos días, mientras Hamilton regresó a sus deberes.
[103] Su vuelo, pero no su destino o desenlace, fue anunciado en Alemania por primera vez por Munich Radio la noche del 12 de mayo.
Al día siguiente, Hitler envió al ministro de Relaciones Exteriores, Joachim von Ribbentrop, para que le diera la noticia en persona a Mussolini, y se permitió a la prensa británica divulgar información completa sobre los eventos ese mismo día.
[109][110] Churchill dio órdenes de que fuera tratado bien, aunque no se le permitió leer periódicos ni escuchar la radio.
Fueron estacionados tres oficiales de inteligencia y ciento cincuenta soldados en guardia en el sitio.
[116][117] Fue trasladado al Maindiff Court Hospital el 26 de junio, donde permaneció durante los siguientes tres años.
Estaba delgado cuando llegó, pesaba 65 kg y tenía poco apetito, pero se consideraba que gozaba de buena salud.
El psiquiatra en jefe de Núremberg, Douglas Kelley, del ejército estadounidense, opinó que el acusado padecía «una verdadera psiconeurosis, principalmente del tipo histérico, arraigada en una personalidad paranoide y esquizoide básica, con amnesia, en parte genuina y en parte fingida», aunque lo encontró en condiciones de ser juzgado.
Para entonces, su hijo Wolf Rüdiger tenía 32 años e Ilse 69; no lo habían visto desde su partida de Alemania en 1941.
Su nuera Andrea, que muchas veces llevaba fotos y películas de sus nietos, fue un visitante particularmente bienvenido.
[149] Las condiciones eran mucho más agradables en la década de 1980 que en los primeros años; Hess podía moverse más libremente alrededor del bloque de celdas, establecía su propia rutina y elegía sus propias actividades, como la televisión, las películas, la lectura y la jardinería.
Se instaló un ascensor para que pudiera acceder fácilmente al patio y contaba con un enfermero desde 1982 en adelante.
[141] Su abogado Alfred Seidl hizo numerosos llamados por su liberación, comenzando ya en 1947, pero fueron denegados, principalmente porque los soviéticos vetaron repetidamente la solicitud.
Spandau estaba ubicado en Berlín Oeste y su existencia dio a los soviéticos una posición en ese sector de la ciudad.