[5]Se organizaron piquetes en frente de tiendas judías y sus dueños fueron hostigados.
Hermann Göring dijo al respecto que él no tendría misericordia al utilizar a la policía en caso de que alemanes fuesen lastimados, pero que no estaba dispuesto a convertir a la policía en "guardias de negocios judíos".
[8][9] Tras no ver ninguna mejora en la situación tras varias semanas desde las primeras protestas, representantes del Comité Judío Estadounidense, el Congreso Judío Estadounidense y el B'nai B'rith se reunieron en la ciudad de Nueva York y establecieron un comité conjunto para discernir acerca de la difícil situación de los judíos alemanes.
A esas alturas, concluyeron que cualquier protesta pública que se realizase probablemente contribuiría al sufrimiento de los judíos en Alemania.
Este fallico boicot destacó como un ejemplo temprano de iniciativa judías contra el terror nazi.