Lesión de la médula espinal

Es posible lesionarse el cuello o la espalda y que la médula espinal no sufra ningún daño.

[4]​ La médula espinal no tiene que ser seccionada completamente tras un trauma para sufrir una pérdida de función.

Se considera que la víctima ha sufrido una lesión medular grave, o podría haberla sufrido, por algún traumatismo: una caída, un golpe, etc., y que por ello requiere los cuidados correspondientes a una lesión de la médula espinal.

El procedimiento adecuado es que la víctima reciba una inmovilización profesional[5]​[6]​ de la columna vertebral (en espalda y cuello), para lo cual, sería atada a una tabla espinal reglamentaria, y le pondrían un collar cervical en el cuello.

Sin embargo, un rescatador que sea suficientemente hábil puede intentar mantener fijada a la lesión de la víctima poniendo cuidadosamente junto a esa lesión algún tipo de acolchamiento amoldable (típicamente toallas), lo cual reduce los movimientos peligrosos.

[8]​ Existen dos procesos que producen lesiones medulares, mecanismos primarios y secundarios.

Las lesiones medulares primarias ocurren en el trayecto espinal por compresión y otras formas de deformaciones.

Las lesiones a nivel cervical (cuello) usualmente tienen como resultado una tetraplejía total o parcial.

[7]​: 23 La investigación médica muestra que el uso de células madre puede tener el potencial para curar la parálisis causada por la lesión medular en un futuro.

Este se basa en la capacidad del cerebro para reorganizarse a partir de estímulos sensoriales periféricos.

—Una víctima con lesión grave en su columna vertebral (sea en la espalda o cuello), que indique riesgo para su futura movilidad, puede ser trasladada con cuidado por varios rescatadores coordinados.
La cabeza y la espalda de la víctima serían mantenidas alineadas en la misma posición que tenían cuando fue encontrada.
—Cuando hay una víctima con lesión grave en su columna vertebral (en espalda o cuello) y un rescatador sin utensilios , éste puede llevar a la víctima con cuidado mediante la maniobra de Rautek (la de esta imagen), intentando mantener a su cabeza y su espalda alineadas en la misma posición en la que estaban.
La cabeza de la víctima puede ir apoyada en el rescatador para intentar amortiguar los movimientos.
Un segundo rescatador puede sostener las piernas.
—Una víctima sin lesión grave en su columna vertebral (en espalda o cuello) es arrastrable, y más fácilmente si va sobre una manta , alfombra u otro tipo de tejido situado bajo la mayor parte de su cuerpo.

—Llevar en una base a una víctima con lesión grave en su columna requeriría situarla, manteniendo con cuidado la misma posición de su cabeza y su espalda, sobre una base elevada o muy gruesa (como una camilla o un colchón), para mayor estabilidad.