[1] El disco intervertebral es una estructura situada entre dos vértebras adyacentes a nivel tanto cervical como dorsal y lumbar.
Está compuesto por dos partes: En un corte horizontal y en una visión lateral: pueden distnguirse los elementos fibrosos y ligamentosos: Entre estos dos ligamentos de gran extensión, en cada nivel, la unión queda garantizada por el disco intervertebral.
Solo un traumatismo grave, como una caída o una accidente de tráfico, podría romper estas uniones intervertebrales.
El nervio sinuvertebral está formado por una rama comunicante que sale desde varios ganglios cervicales.
El ligamento longitudinal común anterior recibe inervación aferente desde las raíces dorsales de los ganglios.
Esta arquitectura le permite al disco soportar compresiones, no siendo tan idónea para resistir los cizallamientos.
En las zonas de lordosis (cervical y lumbar) el anillo es más grueso en la parte anterior que en la posterior.
Desde el punto de vista biológico tanto el núcleo como el anillo fibroso son parecidos: los dos contienen agua, colágeno y proteoglicanos.
Si el disco está cargado en compresión, la presión experimentada dentro del núcleo pulposo será proporcional a la carga de compresión a la que esté sometido el segmento al que pertenece dicho disco.
Esta presión será aproximadamente 1.5 veces la carga de compresión aplicada externamente dividida por el área del disco.
Otro mecanismo que explica también el estado de pretensión del disco, esta en relación con las reacciones elásticas demostradas por Hirsch, en la que cargas excesivas y repetidas, rompen la fibras del anillo por alteración de la curva oscilante, representada por la progresión de espesor del disco ante las cargas normales en las que se amortigua al instante.
La presión de imbibición del núcleo pulposo es considerable, ya que puede alcanzar los 250 mmHg.
El núcleo pulposo tiene forma de esfera y está aprisionado entre dos mesetas vertebrales (es como una bola entre dos planos).
Los depósitos son un signo de cambios degenerativos en la estructura del disco, y por lo general no causan síntomas.
Los depósitos aparecen en las radiografías y suelen encontrarse de manera coincidental durante un examen por otro problema.
También cabe hacer notar que si bien la calcificación de disco es un dato en imágenes radiográficas y puede presentar una ocasión para incapacidad, no es una enfermedad.
Si una persona, con sus hábitos, sobrepeso o esfuerzos, hace que un segmento de su columna soporte a menudo mucha carga, puede acelerar el desgaste del disco intervertebral correspondiente.
Aunque no suele plantear problemas ni causar dolores, a veces puede comprimir un nervio.
Este cuadro de origen primario en la desecación del núcleo pulposo se denomina discopatía degenerativa.
Así, al recoger o levantar pesos, la carga se acumula fundamentalmente sobre los discos lumbares.
Sin embargo, el trabajo intelectual sobrecargará los discos cervicales debido a la posición de la cabeza al estudiar.
Es una alteración o pérdida la capacidad del organismo de mantener ese tejido en buen estado.
Según su localización distinguimos: Las hernias discales de la zona cervical se dan con mayor frecuencia entre la C5-C6 y C6-C7.
Una vez que se haya decidido la intervención quirúrgica es preciso hacer una cuidadosa planificación preoperatoria.
Los cirujanos pueden aún escoger entre el abordaje anterior, lateral y posterior para la intervención quirúrgica de un disco intervertebral torácico.
Indicaciones: Las hernias discales de la zona lumbar se dan con mayor frecuencia entre L4-L5 y L5-S1.
Se clasifican en tres grupos grupos: En conclusión, la compresión de los nervios en el agujero intervertebral señala a una hernia discal, la cual, se caracteriza por la salida del núcleo pulposo a través del anillo fibroso posterolateralmente hacia el conducto vertebral o el agujero intervertebral.
Entre los tratamientos quirúrgicos de la hernia de disco podemos destacar las siguientes técnicas: El tratamiento con ejercicios en la hernia discal debe llevarse a cabo una vez que ya se ha pasado la fase aguda del dolor y nunca hacerlos antes.
La segunda etapa, consiste en incrementar el trabajo aeróbico, aprender posturas para levantar pesos y comenzar con ejercicios de fuerza isométrica.
Es importante mantener la capacidad de contracción, la flexibilidad lumbar, la fortaleza abdominal y el tono muscular general.