Condroitín sulfato

El condroitín sulfato se encuentra habitualmente asociado a proteínas constituyendo agregados de alto peso molecular denominados proteoglicanos.

Empíricamente, las serinas glucosiladas suelen ir seguidas de glicina y tienen residuos acídicos colindantes.

En las enfermedades articulares degenerativas, tales como la artrosis, se produce un deterioro y una pérdida del cartílago articular.

El condroitín sulfato está considerado como Fármaco de Acción Sintomática Lenta para la Artrosis (SYSADOA, Symptomatic Slow Acting Drug for Osteoarthritis) en más de 22 países europeos,[1]​ mientras que en Estados Unidos es regulado por la FDA (Food and Drug Administration) como suplemento nutricional.

El condroitín sulfato se extrae principalmente de cartílago bovino, porcino o marino.

En caso de utilización concomitante con antiagregantes plaquetarios (AAS, dipiridamol, clopidogrel, ditazol, triflusal y ticlopidina), precaución, ya que en ratas y a dosis muy superiores a las recomendadas, 50 mg/kg/día (lo que equivaldría a 4.000 mg en humanos/día), se ha observado que puede existir una ligera actividad antiagregante plaquetaria de condroitin sulfato.

[2]​ No existen datos suficientes sobre la utilización de condroítin sulfato en mujeres embarazadas.

Los estudios en animales son insuficientes para determinar las reacciones en el embarazo y/o desarrollo embrional, fetal o posnatal.

El hígado, los riñones y otros órganos participan en la despolimerización de condroitín sulfato.

Condroitín sulfato no es metabolizado por enzimas del citocromo P450, ello es de gran trascendencia ya que implica que condroitín sulfato no puede presentar interacciones con otros medicamentos a nivel metabólico.

El condroitín sulfato es una sustancia natural endógena presente en la matriz extracelular de muchos tejidos del cuerpo, entre ellos el cartílago.

El condroitín sulfato ha sido ampliamente usado como tratamiento sintomático para la artrosis en Europa durante más de 20 años: en Suiza (desde 1983), en Italia (1990), en Francia (desde 1993), en Italia y Austria (desde 1994), en Suiza (desde 1996) y en Portugal (desde 2000), así como en varios países de la Europa del Este.

Por otro lado, tampoco se ha detectado ningún efecto grave derivado del uso de condroitín sulfato tanto a corto como a largo plazo en Estados Unidos, donde lleva mucho tiempo comercializado como complemento nutricional.

[5]​ Los ensayos clínicos controlados llevados a cabo con condroitín sulfato para evaluar su eficacia en el tratamiento de la artrosis comparado con placebo o con antiinflamatorios, no han demostrado que este producto sea beneficioso para el alivio del dolor y la mejoría de la incapacidad funcional en estos pacientes.

La asociación a dosis fijas de los fármacos condroitín/glucosamina, los llamados SYSADOAS (SYmptomatic Slow Acting Drugs for OsteoArthritis), no aporta ningún beneficio significativo en el alivio del dolor ni en la progresión de la enfermedad,.

Un amplio metaanálisis publicado en 2010 en el British Medical Journal, Wandel et al, 2010,[14]​ muestra que la glucosamina, el sulfato de condroitina, y su combinación no dan lugar a una reducción relevante de dolor en las articulaciones ni a la disminución del espacio articular en comparación con el placebo.

Estructura química de una unidad de cadena de condroitín sulfato. Condroitín-4-sulfato: R 1 = H; R 2 = SO 3 H; R 3 = H. Condroitín-6-sulfato: R 1 = SO 3 H; R 2 , R 3 = H.