La glucosamina fue identificada por primera vez en el año 1876 por el Dr. Georg Ledderhose, pero su estereoquímica no fue completamente definida hasta 1939 por el trabajo de Walter Norman Haworth.
Esto se debe a que la glucosamina induce en la planta una respuesta semejante a la que daría lugar si intentara defenderse de un ataque por hongos, nemátodos o insectos, lo cual da lugar al aumento de vigor.
[8] Un metanálisis publicado en el British Medical Journal el 2010 ha mostrado que es ineficaz en el tratamiento a pacientes con osteoartritis de cadera o rodilla.
[9] Un nuevo estudio publicado en 2014 demuestra que la suplementación con glucosamina no produce beneficios estructurales en personas con dolor crónico de rodilla.
[10] La glucosamina puede hacer descender la efectividad de determinados fármacos empleados en el tratamiento de la diabetes, tales como la gliburida (DiaBeta, Glynase, Micronase), la glipizida (Glucotrol), la glimepirida (Amaryl), la acarbosa (Precose), la nateglinida (Starlix), la metformina (Glucophage), la pioglitazona (Actos), la rosiglitazona (Avandia) y la insulina.