Dolor crónico

Suele no responder a los tratamientos y acompañarse de trastornos psicológicos.

De los primeros en clasificar el dolor fueron autores como Bonica en 1953 en su manual "The Management of Pain".

Esta conceptualización fue aceptada por la mayoría de la comunidad científica, aunque todavía hay sectores que no comparten este planteamiento.

Relacionado con una alteración del flujo sanguíneo por patología obstructiva o vaso espástica.

Se debe a infiltración o compresión sobre determinadas estructuras (huesos, plexos, raíces, nervios periféricos, vísceras).

[1]​ La COVID-19 ha trastocado la vida de muchas personas, provocando importantes impactos físicos, psicológicos y socioeconómicos en la población general.

[11]​ Con una gran proporción de la población mundial soportando períodos prolongados de aislamiento social y angustia, un estudio encontró que las personas con dolor crónico por COVID-19 experimentaron más empatía hacia su sufrimiento durante la pandemia.