La Midrash hebrea interpreta que ambas mujeres eran viudas emparentadas (sus maridos, muertos, serían padre e hijo).
En esas circunstancias, perder el hijo suponía para las mujeres un destino problemático (yevamah sujeta al yibbum[3] según la ley del levirato).
El dramaturgo alemán Bertolt Brecht realiza en El círculo de tiza caucasiano una revisión del tema, emparentado con una historia china similar (Huilang Ji, de Li Xingdao 行道 o Li Qianfu 李潛夫), pero de planteamiento opuesto (la mujer que demuestra merecer al niño, por amarlo, es precisamente la que no es su madre biológica).
Uno de ellos es la manera en que Alejandro Magno afronta el problema del nudo gordiano; nadie había podido deshacerlo en siglos, y él decide cortarlo con su espada, lo que le convirtió en ejemplo de resolución.
Los Reyes Católicos tomaron como lema Tanto Monta, por sugerencia de Antonio de Nebrija, en relación con ello ("tanto monta" -o sea, "da lo mismo"- deshacerlo que cortarlo).