Sus padres —Juan Pedro Arcas Arjona y Antonia Lacal París— eran del municipio de Vélez-Blanco.
[3][4] Se traslada a Málaga continuando su formación con José Asencio (discípulo directo de Aguado) e interpretando recitales privados.
Entabla profundas relaciones profesionales y amistosas que le harán regresar numerosas veces, y es presentado al guitarrista Antonio Trinidad Huerta cuando este visita la ciudad en el transcurso de una gira de conciertos.
Con 16 años empieza a tocar en auditorios, realizando la primera de sus giras, debutando en Granada, Madrid y otras ciudades.
Arcas la consideraba como el mejor de los instrumentos que hubiera tocado jamás.
En 1872, probablemente enfermo, retorna a Almería retirándose de la actividad concertística (aunque esporádicamente realiza algunos conciertos).
Abre un establecimiento dedicado a la venta de petróleos, negocio que fracasa en 1876.
Después de años sin verse, se encuentra en Alicante con su antiguo alumno Francisco Tárrega (en 1879 o en 1881).
Por otro lado, se agrupan una serie de obras del catálogo de Arcas como aquellas inspiradas en "temas regionales españoles",[7] bien sea referido a formas folklóricas[4] (punto de La Habana, boleras, jota, muñeira, murciana, fandango, malagueña, rondeña, peteneras, tema tirolés...) o directamente relacionado con el incipiente flamenco (soleá, polo, serranas...).
Un tercer grupo integrado por Mazurcas, Valses, Polonesas, Minuettos, polacas, preludios, variaciones... completa el catálogo del compositor.
La obra de Julián Arcas se publicó en tres ediciones, todas ellas en Barcelona.
Primera serie (1891) Segunda serie (1892) Añadidas más tarde, en esta misma edición (1893) A Julián Arcas se le ha considerado, con criterio dispar, desde músico nacionalista con raíz en la música popular andaluza a padre de la guitarra flamenca.
Escalas veloces ejecutadas con singular limpieza y valentía, trémolo, arrastres, armónicos, imitación de otros instrumentos y voz humana; a todos los recursos, en fin, de que es susceptible la guitarra apeló este distinguido artista para conmover a los oyentes; no prodigados de una manera caprichosa, sino aplicados con oportunidad suma.