A instancias del tenor Enrico Tamberlick, Arrieta la transformó en ópera en tres actos, siguiendo muy estrechamente el modelo donizettiano.
Considerando que Camprodón ya había muerto, Arrieta confió la adaptación del libreto a Ramos Carrión.
El capitán Alberto, amigo del padre de Marina, se dispone a zarpar.
De repente aparece Pascual, un rudo muchacho que está enamorado de Marina, y que, al ver el afectuoso intercambio entre Marina y Alberto, ha creído ver en aquel un posible rival.
Cuando Marina niega con vehemencia que Alberto sea su amante, Pascual le pide matrimonio.
Con la intención de provocar que Jorge revele sus sentimientos hacia ella, Marina sugiere a Pascual que pida su mano a Jorge; si él accede, el matrimonio se celebrará.
Pascual no tarda en pedir a Jorge la mano de Marina, y este, completamente defraudado, se la concede.
Pascual entra y les comunica la noticia de su casamiento, presentando a su futura esposa.
Jorge manifiesta que Marina siempre será bien recibida en su casa, donde se ha criado como un miembro de la familia.