Juegos Nemeos

El programa contuvo competiciones hípicas,[2]​ atléticas (carreras,[3]​ pentatlón,[4]​ pancracio,[5]​ pugilato,[6]​ lucha)[7]​ y artísticas.

[12]​ Mucho más conocido es el triste mito del pequeño Ofeltes, rebautizado póstumamente como Arquémoro, que guarda relación con la historia de los Siete contra Tebas: Polinices, el hijo de Edipo, junto a otros seis jefes (entre los que estaba Adrasto y el adivino Anfiarao), se rebeló contra Tebas, donde reinaba su hermano Eteocles, alegando un acuerdo no respetado.

Los atletas que a pesar de todo quisieron actuar en Argos, fueron capturados y vendidos como esclavos.

Según Plutarco esta fue la más grave violación que jamás hubo contra la paz sagrada.

[17]​ En 145 a. C. durante la invasión romana, el tribuno militar Lucio Mumio, que aquel mismo año había devastado Corinto, hizo celebrar los juegos en Nemea, pero unos decenios después pasaron definitivamente bajo control de Argos.

Se puede leer el optimista niko (‘gano’) o inscripciones eróticas del estilo de Epikrates kalos (‘Epícrates es guapo’).

Sigue sin descifrarse el grafiti Akrotatos kalos debajo del cual otra mano escribió tou grapsantos, lo que probablemente se pueda interpretar en forma interrogativa como: ‘¿y quién ha escrito eso?’.

Restos del estadio de época helenística, donde se desarrollaban las pruebas gimnásticas y artísticas de los juegos.
El túnel por donde los atletas accedían al estadio.
Inscripciones grabadas por participantes de los Juegos Nemeos.