Sin embargo, para entonces ya tenía problemas con el cabildo por su falta de aplicación en cumplir sus obligaciones.
En años sucesivos hubo más reprimendas, llegando el cabildo a recibir contestaciones descorteses.
El problema llegó a culminar cuando se ausentó durante las celebraciones del Corpus Christi en 1691: el cabildo mandó su encarcelamiento.
[1][3] El magisterio en La Seo tardó en ser ocupada, encargándose de forma interina el organista Miguel Soriano del cargo.
[3] En 1710 se encontraba en Madrid, cuando solicitó el magisterio en la Catedral de Sevilla.
[1] Su obra se encuentra diseminada por multitud de archivos eclesiásticos.
[1] Sin embargo resulta muy difícil distinguir la obra de los tres maestros, Diego, José y Blas, ya que a menudo solo firmaban con el apellido.