Jean-Baptiste Carpeaux

Mientras realizaba sus estudios en la Escuela de Bellas Artes conoció a Jean-Baptiste Foucart, quien tiempo después se convertiría en su mentor que lo acompañaría durante toda la vida.

Tras múltiples intentos para hablar con él, finalmente logró organizar un encuentro cara a cara en Amiens, donde logró convencer a Napoleón para que le encargara una estatua de mármol que sería realizada por Charles-Romain Capellaro.

Su llegada a la capital italiana se pospone un año, instalándose en la Villa Médici en enero de 1856.

Allí estudió a los grandes maestros del Renacimiento como Rafael, Donatello, Verrocchio y, especialmente, Miguel Ángel.

El escultor hizo muy rápidamente reducciones de la misma, cuyos derechos fueron comprados por la casa imperial en 1869.

Carpeaux establece un taller en Auteuil donde replica en yeso, terracota o mármol sus obras más conocidas, para venderlas y comerciarlas.

[2]​ Colaboró con el arquitecto Gabriel Davioud para su última obra, la Fontaine des Quatre-Parties-du-Monde en los Jardines de Luxemburgo.

Las críticas del Salón se desataron contra el grupo escultórico: «cuatro mujeres desnudas, desgarbadas, desconcertadas y furiosas bajo un gran globo que no soportan.

Tras su muerte, Emmanuel Frémiet completó la fuente agregando ocho caballos, tortugas y delfines saltando en la base del estanque.

Busto de Jean-Baptiste Carpeaux en el cementerio de Saint-Roch , obra de Ernest Hiolle .
Retrato de Jean-Baptiste Carpeaux.