[3] A fines de ese año (1933) falleció su madre, Patricia Arregui,[2] quien era su soporte en todo sentido.
[2] Se casó con Odilia Giraudo, una maestra de 20 años que lo acompañará toda su vida.
[4][5] En 1957, bajo un ambiente opresivo en medio de fusilamientos y con el peronismo proscripto, durante la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu, Hernández Arregui escribió sus obras más importantes, convirtiéndose en el ideólogo más leído por las organizaciones que combatieron en la resistencia peronista hasta el regreso del general Perón al poder.
Con su mujer optan por huir a una ciudad del interior para luego partir al exilio.
Dos años después, toda la familia Elizagaray será diezmada por la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983).
Denunció a la oligarquía argentina como agentes locales del imperialismo británico y estadounidense.
Es una respuesta a la situación posperonista, el cual fue reimpreso varias veces por más de una década.
[8] La finalidad del libro es probar cómo esa generación fue instrumento del imperialismo, que se valió de ella para reforzar la conciencia falsa de lo propio y desarmar las fuerzas espirituales defensivas que luchan por la liberación nacional.
Este libro permite una visión amplia de casi todas las tendencias ideológicas que han transitado la historia del país.
[9] Juan Domingo Perón, agradeciéndole el envío de una copia del libro, le envía una carta: Este trabajo «quiere ser un libro para los trabajadores: Hernández Arregui resuelve ofrecer un texto en donde el proceso de fusión entre lo afirmativo nacional y lo socialmente revolucionario sea explícito, accesible incluso para lectores sin formación previa».