[1] La cinta cuenta con las voces de Bryan Cranston, Koyu Rankin, Edward Norton, Bob Balaban, Bill Murray y Jeff Goldblum.
El prólogo se inicia con Júpiter, un terranova que empieza a relatar una antigua leyenda acerca de un pequeño pero valiente samurái quien tuvo la osadía de cortarle la cabeza a los Kobayashi, una temible dinastía amante de los gatos que intentó exterminar a todos los perros posibles.
El primer perro en ser deportado era, irónicamente, la mascota de la familia real, Spots, un mestizo de pelaje blanco con manchas negras quien además era el guardián personal del sobrino huérfano y distante del alcalde, Atari Kobayashi.
Luego de que Atari y los perros escaparan y los perreros fracasaran en su misión, un enfurecido Alcalde Kobayashi había declarado que su sobrino ha sido secuestrado por una jauría de perros malos, a quienes terminarán asesinando una vez que recupere y castigue a Atari.
Ellos eventualmente se encontraron Júpiter y su compañera pug, Oráculo, quienes les dijeron cómo llegar a una mini-isla cercana en donde seguramente estaba Spots.
De vuelta en Megasaki, el profesor Watanabe logró hallar la cura para la gripe canina, pero Kobayashi, quien todavía quería dejar en exilio a los perros, no se lo iba hacer sencillo.
Como resultado, Chief comenzó a dejarse abrazar por él, a jugar con él a traer el palo y luego le permitió que le diera su primer baño, revelando que Chief en realidad tenía el pelaje blanco con manchas negras, compartiéndo un enorme parentesco con Spots (excepto por el color de sus narices), lo que hace que Atari se diera cuenta de que Chief y Spots podría pertenecer a la misma raza.
Parte 3: La cita Atari y Chief lograron encontrarse con el resto del grupo, pero todos fueron emboscados por más de los perreros de Kobayashi y sus perros robóticos.
Pero no había otro más arrepentido que el propio alcalde Kobayashi, quien decidió eliminar su decreto de exilio y su plan erradicación canina por el amor que siente hacia su sobrino.
A pesar de los intentos de Kobayashi por detener a Major Domo, este último logra detonar el botón de eliminar, pero ocurre una falla en la que los perreros y sus perros robóticos reciben el veneno, mientras que Jupiter, Oráculo, Nutmeg y los demás perros consiguen salvarse.
Como nuevo acto de redención, Kobayashi dona su propio riñón para salvar a su sobrino.
En su primer mandato, el alcalde Atari decreta que todos los perros exiliados regresen a la ciudad de Megasaki.
En total se crearon mil marionetas, la mitad son perros y el resto son personas, destaca además el uso de bocas desmontables con direferentes muecas, que fueron añadidas cuando un personaje hablaba o se movía.
[12] El sitio Back Seat Mafia definió la banda sonora de la película como «gran parte instrumental con un par de pistas vocales, evocadora pero extravagante», además señala que es una banda sonora que «da una sensación internacional y elude el peligro».
La banda sonora se compone de veintidós pistas en total, quince fueron compuestas por Desplat.
[21] Manohla Dargis del diario The New York Times definió la película como «visualmente seductora, como ejemplo Isla Basura aterra por su esplendor visual y meticulosa construcción».
Toca el tema del idioma japonés, donde dice que «al dejar los diálogos de Atari sin traducir al inglés, Anderson reduce el idioma a un elemento decorativo para su obra».
[22] El hecho de ser una película ambientada en un país asiático, como en este caso Japón, y solamente contar con dos voces japonesas, aunque hablen en inglés, representando personajes principales como la del niño Koyu Rankin y el veterano Ken Watanabe, motivó nuevamente críticas a Hollywood por usar voces de actores estadounidenses para representar personajes principales que figuran ser asiáticos, fenómeno que se conoce como «whitewashing» o «blanquear» las películas.