Los lapita, antepasados de los polinesios, llegaron a las islas Salomón entre 1200 y 800 a. C., procedentes del archipiélago Bismarck.Se han encontrado numerosos restos de sus típicas cerámicas en excavaciones arqueológicas repartidas por todo el país.Finalmente Barreto decidió al poco tiempo abandonar las islas, y llegó a Manila en febrero de 1596.[2] Tras estas expediciones los españoles perdieron gran parte de su interés por las islas, que fueron visitadas por ingleses, franceses, austriacos y holandeses.[3] Esa práctica mermó seriamente la escasa población de unas islas que en 1950 solo contaban con 90 000 habitantes.[4] En abril de 1885 Alemania estableció un protectorado sobre las Islas Salomón del Norte, mientras que debido a los abusos de los colonos sobre la población nativa y tras un tratado entre Alemania y el Reino Unido firmado en 1886, el Reino Unido estableció un protectorado sobre las Salomón del Sur en 1893, creando el Protectorado Británico de las Islas Salomón.Este protectorado incluía las islas de Guadalcanal, Nueva Georgia, Malaita y San Cristóbal, conocida como Makira.En 1898 el Reino Unido incorporó las islas Santa Cruz, Rennell y Bellona al protectorado.Sin embargo Alemania retuvo las islas de Bougainville, Buka y las islas adyacentes, que continuaron bajo dominio alemán junto a Papúa Nueva Guinea, hasta el final de la Primera Guerra Mundial, cuando fueron ocupadas por Australia.A principio del siglo XX, empresas australianas y británicas empezaron a cultivar grandes plantaciones de cocoteros y palmeras en las islas, que permitieron un lento crecimiento económico del que los nativos poco se beneficiaron.En 1898 formaron una nueva prefectura bajo la supervisión de Joseph Forestier, quien residía en Kieta, en Boungaiville.La fiebre afectó sobremanera a los misioneros, la mayoría de los cuales murieron tras enfermar.Biuku Gasa y Eroni Kumana son dos nativos de las islas que participaron en la Segunda Guerra Mundial como rastreadores.[5] Otro salomoniano destacado fue el Sargento Mayor Jacob C. Vouza, un guardacostas que fue capturado por las tropas japonesas.La administración colonial británica que se había vuelto a hacer cargo de las islas tras la Segunda Guerra Mundial, construyó nuevas infraestructuras para el gobierno local.Tras la elección como primer ministro de Bartholomew Ulufa'alu en 1997, la situación empeoró y se alcanzó un estado similar a una guerra civil.Mientras tanto se formó la Malaita Eagle Force (MEF) para defender los intereses de los malaitanos.El gobierno no tuvo más remedio que pedir ayuda al Secretario General de la Commonwealth.[7] El 30 de junio, el Parlamento eligió por un estrecho margen a Manasseh Sogavare como nuevo primer ministro.Sogovare creó una Coalición por la Unión Nacional, la Reconciliación y la Paz, que dispuso un programa de acciones para intentar resolver el problema étnico, mejorar la economía y distribuir los beneficios del desarrollo más equitativamente.El anuncio se efectuó mediante el envío de un fax firmado al primer ministro Allan Kemakeza.Australia fue el país que más efectivos aportó, conociéndose su contribución como Operación Ánodo, aunque otros países del Pacífico Sur también aportaron efectivos, como Nueva Zelanda, Fiyi y Papúa Nueva Guinea entre otros.Las islas de mayor tamaño están constituidas por montañas formadas por volcanes, con valles profundos y estrechos.El punto culminante del archipiélago es el monte Balbi en la isla de Bougainville, que alcanza 3123 m. El clima es ecuatorial, aunque templado por el océano circundante.La media de las precipitaciones anuales oscila entre 3000 y 3600 mm, pero el flanco de las islas orientado hacia el este Pacífico es mucho más lluvioso y alcanza una media anual en torno a los 4800 mm.