Intervención británica en la independencia hispanoamericana
La intervención británica en la emancipación hispanoamericana se refiere al conjunto de medidas militares, políticas y diplomáticas impulsadas desde el Reino Unido y sus colonias en apoyo a los insurgentes o revolucionarios que buscaban la secesión o independencia de los territorios americanos bajo dominio español.Estas acciones, dirigidas al desmembramiento de los dominios españoles en América, fueron llevadas a cabo tanto por particulares, con la complicidad del estado británico, como por el propio gobierno y sus representantes oficiales.Durante este periodo, las repetidas y enérgicas protestas diplomáticas españolas acusaban al Reino Unido de violar la neutralidad.Sin embargo, para entonces, el Reino Unido ya se había consolidado como el principal proveedor de material bélico para los revolucionarios, y alrededor de 10.000 soldados y oficiales británicos habían servido en América del Sur.El Reino Unido, de otro lado, se preparaba para combatir las fuerzas imperiales napoleónicas en la península ibérica.Los escasos restos, envejecidos, junto a una compra polémica de buques rusos, serían el único nexo naval con las colonias ultramarinas en aquel periodo.Así, mientras los revolucionarios americanos rechazan los comisionados franceses, y su adhesión a la España napoleónica, los británicos mejoraban sus propios intereses coloniales.Este podía imponer sus condiciones, explotando en su provecho las difíciles circunstancias que sufrían ambos bandos.El libre comercio inglés pretendía incluir también México y Venezuela, abriendo un espacio de conflicto diplomático con los intereses norteamericanos.En consecuencia, el Reino Unido rechazó las solicitudes de los comisionados revolucionarios para reconocer su independencia, al tiempo que permita ofertar el apoyo humano y material que permitían sus leyes, para ayudarlos como insurgentes frente a España.Sin embargo el reclutamiento sistemático en Gran Bretaña comenzó en abril de 1817, a favor del Libertador Simón Bolívar.Castlereagh impuso la distinción entre "prohibir" y "no conceder permiso", ante la opinión contraria de George Canning.Las protestas del embajador español, Duque de San Carlos se hicieron más insistentes.Los mercenarios, marinos y soldados británicos contribuyeron decisivamente a la independencia de los rebeldes, probablemente más en los combates en los mares que las batallas terrestres.El principal delegado para efectuar el reclutamiento de los voluntarios en Londres fue el venezolano Luis López Méndez.Bolívar por su parte esperaba elevar la moral de las tropas patriotas e incorporar más profesionalidad militar en sus soldados.Desde el año 1818 los militares británicas se embarcan para diversos lugares de América del Sur, especialmente Venezuela.A su llegada el idioma y las leyes por las que se regía el buque eran determinadas por la nacionalidad de su capitán.[9] Capitanes y buques de la escuadra libertadora de Chile Frente a la presión diplomática española, Castlereagh apoyó toda su acción basada en la ley británica anterior, afirmando que solo podía abrir procedimientos contra condenados en sus tribunales británicos, por servicios prohibidos en el extranjero, a favor de un príncipe o un estado o potentado.El Lord Canciller, Lord Eldon, fue consultado por este particular, consideró que los gobiernos rebeldes solo podrían ser considerados como sujeto soberano ante los tribunales británicos, cuando su soberanía haya sido reconocida por el gobierno británico.Esta situación, termina por enfrentar violentamente a los partidarios y detractores de una monarquía unitaria, gobernada desde España, en contra de las repúblicas o monarquías independientes, que pretendían formar estados plurales en la América española.Como hemos relatado, estas sediciones y rebeliones se hacían con recursos provenientes de Gran Bretaña."[15] La intervención británica en la independencia hispanoamericana no era solo política, económica o diplomática, para Olivié, asumían un rol de "inspiradores, protectores y proveedores en dinero, armas y hombres, de los caudillos rebeldes, más o menos clandestinamente mientras se luchaba contra Napoleón y abiertamente después de la derrota del Emperador francés".