Gazeta de Caracas

Lima parece haber sido la segunda ciudad americana que conoció la información tipográfica.

Otras ciudades, como Quito y Montevideo, recibieron el siglo XIX con las primeras intentonas para establecer sus respectivos periódicos impresos.

El Consejo de Carlos IV de España —«no conviene que se ilustre a los americanos»— según algunos, se aplicaba rigurosamente a los venezolanos, pero la frase ha sido ya muy discutida.

Ese abismo que existía entre las mentalidades criollas y cultura europea únicamente pudieron salvarlo los hijos de acaudalados españoles.

Sus viajes al exterior, especialmente a Francia, salpicaron sus cerebros de nuevas ideas.

Tras la firma del Tratado de Fontainebleau (1807) la península ibérica había sido invadida por las tropas francesas.

La «Pérfida Albión» se mantenía erguida gracias al Canal de la Mancha.

Y he aquí a Inglaterra insistiendo para que Venezuela fundara su primer periódico en 1808.

Armada la imprenta, se distribuyeron volantes anunciando la pronta aparición de un periódico.

La primera edición republicana, que lleva el N.º 95, trae un título distinto a los anteriores.

Su tipo es ahora gótico y de unos tantos puntos más grande que el anterior.

Debajo de este título, el lema romano: “Salus populi suprema lex est”.

El editorial de ese día (27 de abril) se inicia así: “Cuando las sociedades adquieren la libertad civil que las constituye tales, es cuando la opinión pública recobra su imperio y los periódicos que son el órgano de ella adquieren la influencia que deben tener en lo interior y en los demás países donde son unos mensajeros mudos, pero veraces y enérgicos que dan y mantienen la correspondencia recíproca necesaria para auxiliarse unos pueblos a otros.

20 pesos; D. Francisco Martínez Pérez, una hermosa casa que acaba de edificar, para los usos que estime conveniente el Gobierno y todos sus bienes; D. Juan Álvarez, su persona y todo cuanto tiene”.

Simón Bolívar entra en Caracas a principio de agosto del mismo año y la “Gazeta” sale en la segunda época patriota.

Este desertor de la causa patriótica confiesa, según afirma Guzmán, que “para dañar la Revolución mutila, desfigura e inventa noticias”.

La “Gazeta” (ahora Gaceta) sale en su última y tercera época patriótica en el segundo semestre de 1821.

Fue imposible que se mantuviera en pie, después de haber sido desprestigiada por la última redacción imperialista.

Desde 1818, funcionaba en Angostura la prensa utilizada por Bolívar para editar el “Correo del Orinoco”.