Durante el siglo XX, a medida que la figura del vampiro se «humaniza», esta metáfora transgresora desaparece gradualmente y la homosexualidad vampírica adquiere unas cualidades similares a las de la orientación sexual humana.
Las primeras vampiras del siglo XIX, a menudo inspiradas en la figura de la condesa, adquirieron cierto comportamiento lésbico.
Durante el siglo XX, la utilización de la figura del vampiro como símbolo de homosexualidad se ve limitada por la censura oficial, aunque existen algunos relatos donde esa connotación aparece más o menos insinuada, como en La casa del vampiro (1907) de George Sylvester Viereck, donde un joven artista es seducido por su mentor, que pretende arrebatarle su creatividad.
Aunque Carmilla fue adaptada al cine muy libremente por Carl Theodor Dreyer en La bruja vampiro (1932), el lesbianismo del personaje no es reflejado hasta 1960 con la película Blood and Roses (1960) de Roger Vadim.
Una forma más especializada de lesbianismo vampírico incluye la atracción incestuosa, bien implícita o consumada.
La película de 2007 Mil Máscaras contra la momia azteca incluye una escena entre dos gemelas vampiras adolescentes que expresan su atracción mutua como parte de un intento para atraer al luchador Mil Máscaras a un trío sexual que en realidad es una trampa.
En muchos casos los vampiros masculinos del cine nunca se alimentan de hombres, enfrentándose a ellos en combates violentos como meros adversarios y no como objeto de deseo alimenticio y sexual.
The Brides of Dracula (1960) profundiza en los aspectos sexuales del vampirismo con sugerencias implícitas e indirectas de incesto, sadomasoquismo y homosexualidad por parte del Barón Meinster, el villano de la película.
Mención aparte merece el cine pornográfico, donde la figura del vampiro ha sido utilizada en diversas películas, derivada de su éxito como figura erótica, pero donde la sexualidad adquiere la relevancia propia del género, y el vampirismo es simplemente un elemento de trasfondo.
En la telenovela chilena sobre vampiros Conde Vrolok, el personaje Úrsula Donoso mantenía relaciones lésbicas con varias mujeres de la trama.