Homosexualidad en la cultura mapuche

[1]​ Asimismo, condenaban como prácticas contra la naturaleza la violación[cita requerida] (independientemente de la orientación sexual del victimario) y el adulterio.

[2]​ En aquella época donde no existía una separación entre el Estado y la Iglesia católica, era común asociar los pecados como delitos, teniendo contempladas condenas por los actos sexuales que no tuvieran fines reproductivos como la sodomía, entendida como el sexo anal indististamente de la orientación sexual de quienes lo practican, que iban desde azotes hasta el encarcelamiento y la pena de muerte en la hoguera, de acuerdo al ordenamiento jurídico del Imperio español, como lo fue para el caso chileno y argentino hasta comienzos del siglo XIX.

[3]​ Con respecto a las prácticas homosexuales, se tiene registro únicamente del sexo entre hombres, como una acción tolerada a nivel social, siempre y cuando se conservara la masculinidad de quienes lo practicaban y ambos hombres fueran solteros.

[2]​ Desde tiempos ancestrales existieron los machis llamados como «weyes», quienes tenían un rol importante a nivel social y espiritual dentro de una comunidad mapuche, quienes eran conocidos por una cierta ambigüedad con respecto a sus roles de género, pudiendo variar de lo femenino a lo masculino sin ser transexuales propiamente tales, al incorporar elementos considerados como femeninos que tenían una connotación sagrada, e incluso podían mantener relaciones homosexuales de forma pasiva con hombres varoniles más jóvenes.

[9]​ Según la lingüista Elisa Loncon, la palabra weye (o también referido como weyun) se puede traducir como «gay», es decir, «hombre homosexual».