Gracias a la célebre bula del Papa Pablo III Sublimis Deus de 1537 que declara a los indígenas hombres con todos los efectos y capacidades de cristianos, hubo un gran contraste entre la colonización española, la anglosajona y francesa en América.
[8] Rivadavia era católico pero había adoptado las ideas regalistas de Europa y quiso aplicarlas en el país.
Las fuerzas gubernamentales dispersaron rápidamente a la manifestación, y la mayoría de los líderes fueron capturados, ejecutados o castigados con dureza.
[15] En el año 1853 se aprueba una nueva constitución y en ella se ratificó la libertad de culto y la eliminación del fuero eclesiástico, el congreso es quien determina el ingreso de nuevas órdenes religiosas, para ser presidente o vicepresidente de la nación es requisito ser católico y los eclesiásticos no pueden ser miembros del Congreso.
En 1861 José Manuel Estrada creó la Sociedad San Francisco Javier, para unir a los artesanos de Buenos Aires,[17] y para difundir entre ellos la cultura católica.
Para fines de 1875 había, en Buenos Aires, una colectividad italiana bastante grande que editaba un periódico en esa lengua, simpatizaban políticamente con Alsina y eran furibundamente anticlericales, especialmente contra el renacido poder e influencia de los jesuitas en el país.
En 1883 se fundó La Asociación Católica, que presidió José Manuel Estrada y en cuya dirigencia participaron: Tristán Achával Rodríguez, Miguel Navarro Viola, Emilio Lamarca, Apolinario Casabal, Pedro Goyena, Tomás de Anchorena, y Enrique Lezica, entre otros.
En ese momento, en un sistema que no generaba controversias, se exceptuaba de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas a los alumnos cuyos padres así lo solicitaran.
Luis Duprat fue designado Rector y el Consejo Superior por su parte, estaba compuesto por los Dres.
[cita requerida] La oposición entre los democratacristianos y los posturas nacionalistas surgidas por imitación de lo ocurrido en Italia con Benito Mussolini que apoyaban la implantación de un corporativismo provocaron la división del Partido Popular (Unión Popular Católica Argentina) y su disolución.
En la actualidad existe un Grupo de Investigación Carlos A. Sacheri,[48] que ha publicado el libro La primera guerra del Siglo XX argentino.
[53] Lo que la Doctrina social de la Iglesia hoy llama "la promoción del bien común en todas sus formas".
Finalmente la Unión Católica logró dos bancas en la cámara de diputados nacionales: José Manuel Estrada y Pedro Goyena.
Frente al creciente problema obrero, en 1891 dio a conocer la Encíclica Rerum novarum (Acerca de las nuevas cosas).
Además discutía sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socioeconómica que más tarde se llamaría corporativismo.
Gustavo Franceschi, Emilio Lamarca, Alejandro Bunge, Santiago Gregorio O'Farrell expusieron notables trabajos y proyectos de legislación social.
Entre sus dirigentes se encontraban Pedro Tiesi, Marcos Volonté, Eduardo Ferrari, José Pagés, Roberto Wilkinson, Manuel Viacaba, Emilio Leverato, Pablo Tagliaferri y Lorenzo Degregori.
La Santa Sede, que seguía tutelando la participación de los católicos en la vida pública, estableció como límite los pactos o acuerdos con los partidos considerados ateos.
Inclusive el proyecto de Constitución neo-corporativa que tenía Uriburu y sus sectores era un sistema neocorporativo mixto.
Estos grupos eran independientes entre sí, pero su denominador común, era el repudio a los nacionalistas católicos que se habían volcado al fascismo.
Entre ellos estaban: Manuel Vicente Ordóñez, Oscar Puiggrós, Ambrosio Romero Carranza, Salvador Busacca, Lucas Ayarragaray h., Jaime Potenze y Jorge Luis García Venturini.
Por supuesto, durante la campaña electoral y dado que el Episcopado lo había apoyado indirectamente, Perón renovó este tipo de prédica.
De ese grupo surgieron algunos fundadores del Partido Demócrata Cristiano como José Antonio Allende y Teodosio Pizarro, quien como diputado provincial presentó en 1959 el primer proyecto de boleta única[91] y llegó a ser Diputado Nacional en 1963.
n 1954 apareció la revista "Polémica" dirigida por Leopoldo Pérez Gaudio y fue el enlace para que los distintos grupos democristianos del país, decidieran realizar una especie de Congreso que en principio iba a ser realizado en Córdoba[94] pero por miedo a Juan Domingo Perón a último momento se cambió el lugar de encuentro y se hizo en la ciudad de Rosario, Santa Fe.
[95] Entre los fundadores estaban Manuel Vicente Ordóñez, Horacio Sueldo, Arturo Ponsati, Horacio Peña, Guido Di Tella, Rodolfo Martínez, Leopoldo Pérez Gaudio, Ignacio Vélez Funes, Alieto Guadagni, Arturo Bas Figueroa, Antonio Cafferata y Juan José Torres Bas.
[100] Ambos, en los años difíciles del Segundo Gobierno de Perón al igual que Ordóñez fueron presos políticos.
Desclée de Brouer, 1968), en el cual Maritain efectuó rectificaciones a resultas del post-concilio, y las enseñanzas de los papas León XIII, Pío XI, Pío XII, Pablo VI en su encíclica Populorum Progressio (1967), Juan Pablo II en su encíclica Sollicitudo rei socialis (1987) y en el "Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia" (2004), y Benedicto XVI en su encíclica Caritas in veritate (2009); en la base del pensamiento democristiano es muy importante la distinción entre cristianismo y cristiandad porque no ven posible una vuelta atrás a la época feudal europea, la cristiandad tradicional, en que existía una unidad cristiana en los ámbitos sociocultural y político, con una cabeza visible que era el Papa que consagraba a los reyes.
Papa Juan XXIII Mater et Magistra Pacem in Terris Concilio Vaticano II Dignitatis humanae Gaudium et Spes Papa Pablo VI Populorum progressio Papa Juan Pablo II Laborem Exercens Sollicitudo Rei Socialis Centesimus Annus Evangelium Vitae Papa Benedicto XVI Deus Caritas Est Caritas in Veritate Papa Francisco Lumen fidei Laudato si’ General Subsidiaridad Solidaridad Es que muchos de estos pensadores católicos sin esperanza respecto de la política contemporánea que no son democráticos, al igual que otros que llegan hasta el extremo de afirmar que se puede ser católico y capitalista o católico y comunista, pregonan que la Doctrina Social de la Iglesia y las encíclicas sociales no son dogma porque los Papas no hablan en ellas "ex cathedra", pero este planteo se contradice con las mismas enseñanzas de la Iglesia católica que califica a este razonamiento como "teología del dispenso" contemporánea.
También el Magisterio ordinario universal goza de infalibilidad, como bien lo señala taxativamente la Lumen Gentium:
Fue sin dudas esta última la que motivó una gran protesta estudiantil conocida como "Laica o libre".