Son numerosas las leyendas que narran el origen de Lorca (Murcia) España.
El Padre Morote, por otra parte, otorga la fundación de Lorca al príncipe troyano Elio-Urzues, navegante por el "Mare Nostrum".
El significado de esta denominación sería "la batalla", probablemente porque fuera en esta ciudad donde se produjera el enfrentamiento entre las tropas cristianas de Teodomiro y las fuerzas árabes que invadieron la Península en el siglo VIII.
Dentro del valle del Guadalentín el cerro de Lorca ocupa un lugar privilegiado, pues su orografía facilitaba enormemente la defensa, y su preponderancia en altura otorgaba un control absoluto sobre lo que ocurría en el valle.
Ya en el periodo romano encontramos el asentamiento denominado Eliocroca, recogido en el Itinerario de Antonio y situado en plena Vía Augusta.
En el Bajo Imperio la actual Lorca se convertirá en una población de la Cartaginense, un asentamiento agrícola en el que predominarán las villae.
Las numerosas obras públicas que se efectuaron atrajeron a obreros y canteros de otros lugares, produciéndose una considerable corriente de inmigración que aumentó la población hasta los 8.000 habitantes.
Con el siglo XVII, Lorca se va configurando como una urbe moderna, pero no descuida sus posiciones defensivas, sobre todo en la costa, ya que el peligro turco y berberisco amenazaba continuamente el litoral, sembrando la desolación y cautivando a los habitantes de la zona.
El siglo XVIII tiene una importancia vital para la ciudad, al ser una de las comarcas favorecidas por el Reformismo Borbónico.
A comienzos del siglo XIX contará con un modelo socioeconómico que será el de una comunidad preindustrial caracterizada por el predominio del sector primario y el fuerte aumento de la población.
Pero en la actualidad este flujo se ha invertido: los curtidos, la alfarería, el cemento y las chacinerías dan a una ciudad eminentemente agrícola y ganadera un tono industrial al que está adscrito un importante porcentaje de la población.
En estos últimos años la ciudad de Lorca crece y se expande comenzando a rozar los 90.000 habitantes.
Se calcula que el 80% de los edificios están dañados en mayor o menor medida.