Sin embargo, las reformas posteriores en los siglos XVII y XVIII apenas han dejado rastro de su aspecto original.
Esta primitiva Iglesia constaba, al igual que la actual, de una sola nave con capillas adosadas entre los contrafuertes, y estaba cubierta por un artesonado de madera.
A lo largo del siglo XVIII la Iglesia será adornada con distintas obras escultóricas de gusto rococó.
El reloj de la torre aún conserva su maquinaria original.
En el lado norte del cuerpo de campanas se sitúa una campana fundida en Vitoria y en el lado este otra fundida en Lorca, en 1953.