El libro que contiene este capítulo es anónimo, pero la tradición cristiana primitiva afirmaba que Lucas compuso este libro, así como el Evangelio de Lucas.
[9] Los sacerdotes eran los de la guardia del templo:[8] una estricta vigilancia era mantenida sobre el templo por tres sacerdotes y 21 levitas, cuyas actividades eran supervisadas por el capitán de la guardia.
[16] Los apóstoles pasaron una noche en la cárcel (Versículo 5) y fueron llevados ante una sesión completa del Sanedrín a la mañana siguiente.
"[17] Aquí Lucas deja entrever «el funcionamiento interno del Sanedrín», especialmente su perspectiva elitista: perciben a los apóstoles en el Versículo 13 como «hombres sin educación ni formación».
Al igual que ocurrió con Jesús, los líderes espirituales del pueblo muestran resistencia ante los milagros, ahora realizados por los Apóstoles.
Este mensaje es breve, pero muy claro: la salvación viene únicamente a través de Cristo.
Esta oración es un ejemplo para todos los cristianos a lo largo de la historia, mostrando cómo confiar en los medios sobrenaturales.
El evangelista menciona dos veces la acción del Espíritu Santo, subrayando su importancia ya que:[26]
2,42-47), Lucas se centraba en la importancia de la oración en la primera iglesia; ahora, en este nuevo sumario (Lucas 2,32-35), destaca la comunión de bienes, y más adelante, se enfocará en los milagros realizados por los Apóstoles.
San Pablo, en sus cartas, elogia el celo y desinterés de Bernabé en la labor del Evangelio.