Gastronomía de la Ciudad de México

Así como en otros lugares del país sí se ha podido mantener, la tradición gastronómica prehispánica en el Valle de México ha venido desapareciendo, debido a la transformación radical del entorno natural y una creciente dificultad para conseguir los ingredientes que eran nativos de la cuenca lacustre.

Los nativos del valle preparaban mextlapiques y mixiotes con pescados del lago, ajolotes, ranas o renacuajos, cosa que hoy solo ocurre en lugares muy aislados y poco transformados como Xochimilco.

Se le dedican 300 ha, que abastecen cada día a la Ciudad de México y al resto del país.

Se le conoce como el «oro verde» de Milpa Alta.

Tal cantidad de producción maicera se refleja en el considerable consumo que hacen los defeños, según los chefs Gerardo Rivera y Ricardo Muñoz.

[11]​ En Xochimilco particularmente se mantiene vivo un método tradicional de cultivo, las chinampas.

Estos dos tiempos, que equivalen al primer plato en un menú tradicional europeo, no son muy elaborados.

Como en el resto del país, es común encontrar tacos (al pastor, suadero, dorados...), enchiladas, enmoladas, enfrijoladas, burritos, chilaquiles, tortas, pozole, chiles rellenos y chile en nogada, ensalada de nopal...

Sin embargo, en Ciudad de México los clientes deben especificar si se desea con o sin queso.

La chef defeña Mónica Patiño posee un restaurante llamado La Taberna del León, cercano a la C.U.

Nuñez ha desarrollado un estilo de cocina propio, llamado «cocina vegetal mexicana» (que no vegetariana) y colabora con la agricultura local mencionada antes, poseyendo él mismo varios lotes de chinampas tradicionales en Xochimilco.

Tlacoyo con bistec, salsa de pasilla y salsa verde.
Huarache de pollo en salsa roja.
Menudo o pancita.
Quesadillas en Coyoacán , en este caso, con queso.
La Casa del Pavo, fundada en 1901.
El Café de Tacuba , fundado en 1912.