En la base del tronco, sus raíces fúlcreas se desarrollan frecuentemente en muro o contrafuerte.
Los frutos pequeños, verdes mientras están inmaduros, tornan primero en amarillos y luego en rojos durante la maduración.
Conocido como sicono, el fruto es en realidad una inflorescencia compuesta por un receptáculo cóncavo, en cuyo interior hueco se dispone un complejo de cimas muy contraídas con flores unisexuales.
El botánico holandés Friedrich Anton Wilhelm Miquel la describió como Urostigma eugenioides de la isla Albany en Queensland en 1861, y fue reclasificada en 1867 por Ferdinand von Mueller, botánico del estado de Victoria, como Ficus eugenioides.
El epíteto específico deriva del adjetivo latino obliquus, que significa «oblicuo», aunque el atributo al cual se refiere no está claro.
Sin embargo, una revisión del grupo llevó a la conclusión de que F. obliqua var.
puberula resultó estar emparentada más lejanamente con F. obliqua que con F. rubiginosa, razón por la cual se la reclasificó como una especie separada, Ficus brachypoda.
[6] Basándose en caracteres morfológicos, el botánico inglés E. J. H. Corner dividió el género en cuatro subgéneros,[7] lo que más tarde se expandió a seis.
Se encontró que F. obliqua estaba más estrechamente emparentada con tres especies del árido Territorio del Norte australiano (F. platypoda, F. subpuberula y F. lilliputiana) y la clasificaron en la nueva serie Obliquae, en la subsección Platypodeae.
[9][Nota 2] Ficus obliqua es un árbol cuyo porte varía según el hábitat en el que vive.
[10] En distintas reservas ecológicas australianas se observan ejemplares de casi 50 m de altura, como en Mary Cairncross Scenic Reserve (Maleny, Queensland),[11] o en Illawara Escarpment State Conservation Area (Wollongong, Nueva Gales del Sur).
[12] En cambio, el ejemplar ubicado en Mick Ryan Park, un parque abierto sito en Milton (Nueva Gales del Sur), es 2,7 veces más ancho que alto.
Los frutos alcanzan un diámetro medio de 6–10 mm durante la maduración en abril a julio,[10] aunque el árbol también puede fructificar en otras épocas del año.
[15] Tal como sucede en todas las especies del género Ficus, el higo –una clase de fruto compuesto al que se denomina sicono– es en realidad una inflorescencia constituida por un receptáculo cóncavo cerrado sobre sí mismo, en cuyo interior hueco se dispone un complejo de cimas muy contraídas con flores unisexuales.
Históricamente ha habido cierta dificultad para diferenciar a F. obliqua de otra especie estrechamente emparentada, F. rubiginosa.
[5] Sin embargo, F. obliqua puede distinguirse por sus frutos más pequeños sostenidos por pedúnculos más cortos, como así también por sus hojas glabras, tanto en su cara adaxial (superior) como en la abaxial (inferior); además, los pecíolos, las estípulas y las brácteas basales presentan solamente pelos hialinos ascendentes.
[16][5] Solo algunas formas de F. rubiginosa tiene las hojas y pecíolos glabros, mientras que otras los tienen cubiertos por una fina pilosidad.
[25] Existen varias explicaciones posibles para este mecanismo en apariencia contrario a lo esperable, y es que en ausencia de suelo, el agua resulta relativamente abundante durante pulsos cortos en cuyo caso la baja presión osmótica es innecesaria para la captación del agua.
Si, en cambio, el agua fuera extremadamente exigua, su captación no se vería mejorada ni siquiera por una disminución del potencial osmótico.
Las avispas hembras penetran en el sicono a través del ostíolo,[Nota 3] acarreando una carga de polen proveniente de otro higo, y depositan huevos en las flores femeninas en coincidencia con el momento en que las mismas estás receptivas.
En cambio, las hembras aladas de la nueva generación, ya fecundadas, cargan el polen de las flores masculinas que para entonces han madurado, y abandonan el fruto para visitar otros siconos y repetir el proceso.
[17] Por su aporte alimenticio, Ficus es el género de plantas más importante para los frugívoros tropicales.
[32] Una subespecie de lori arco iris (Trichoglossus haematodus moluccanus) también consume el fruto y dispersa las semillas.
[4] Otras aves que cumplen una función similar son: el casuario común o austral (Casuarius casuarius),[3] y variadas especies de palomas y tórtolas de las tierras australianas, tales como Macropygia phasianella, Ptilinopus regina, Ptilinopus magnificus, Leucosarcia melanoleuca, Lopholaimus antarcticus; los paseriformes Zosterops lateralis (vulgarmente conocido como zosteropo de lomo gris), Strepera graculina, Coracina novaehollandae, Oriolus sagittatus, Sphecotheres vieilloti, Ailuroedus crassirostris, Sericulus chrysocephalus, Ptilonorhynchus violaceus, y Meliphaga lewinii.
Lantana camara, una planta arbustiva invasora catalogada entre las cien especies exóticas más dañinas del mundo,[36] ha cubierto áreas significativas de Australia y puesto en peligro a diversas plantas nativas, entre las que se cuentan las especies del género Ficus en general y F. obliqua en particular.
En otras ocasiones, los trips viven en las hojas viejas sin alimentarse, o empupan protegidos por la corteza.
[41] Ficus obliqua es un elegante árbol de sombra para parques o campos, y se adapta a suelos diferentes.
[49] El látex de aspecto lechoso fue utilizado para tratar los dolores articulares y extremidades hinchadas.