Fernando Sánchez de Tovar

Sustituyó a Ambrosio Bocanegra en la dirección de la Armada castellana en la guerra de los Cien Años contra Inglaterra y en las guerras fernandinas contra Portugal.

El francés reanudó las hostilidades con los anglosajones en 1369 y solicitó entonces la colaboración del castellano, que respondió a sus compromisos dando frutos en victorias como la de La Rochela (1372).

[3]​ Ese mismo año se le ordenó dirigirse hacia Inglaterra al frente de quince galeras.

Esta flota se unió a la francesa que estaba bajo el mando del almirante Jean de Vienne.

La armada franco-castellana se dirigió después a Rottingdean, donde el abad del monasterio de Lewes con sus vasallos intentó presentar resistencia pero fueron derrotados y el abad resultó muerto en los combates.

El 28 de julio la flota franco-castellana retornaba a Harfleur para abastecerse y reanudar la campaña.

Winchelsea pudo resistir gracias a la resistencia del abad de Battle pero Hastings y Poole fueron saqueadas.

En ellos se establecía que en el verano del año siguiente una fuerza inglesa desembarcaría en Portugal para unirse a otra similar reclutada por el rey de Portugal, con el objetivo de invadir Castilla y reivindicar los derechos al trono castellano del duque de Lancaster.

Cinco días más tarde se avistaron ambas escuadras en las cercanías del Algarve, y el almirante de Castilla ordenó a sus navíos retornar a Sevilla.

Rota la formación portuguesa a la altura de la isla Saltes, en las cercanías de Huelva, el almirante Tovar mandó virar en redondo y posicionarse las galeras en disposición oblicua para que sus ballesteros fueran más efectivos.

No obstante poco después retornó a la desembocadura del Tajo con sus galeras, resultando tan eficaz el bloqueo que los ingleses no pudieron zarpar hasta mediados de diciembre, cuando las naves castellanas se retiraron a causa del mal tiempo.

[7]​ La flota castellana no se limitó a interceptar naves enemigas, sino que realizó desembarcos en los arrabales de la ciudad y en pueblos cercanos como Embregas, Frielas, Vila Nova, Palmela y Almada, saqueando e incendiando casas, huertas y otros cultivos.

En mayo del año siguiente Juan I casó con la infanta Beatriz, heredera del trono portugués y reina a la muerte de Fernando I el 23 de octubre.

Para conseguir el trono, Juan I debía acabar con la rebelión ocupando la capital, e ideó un plan similar al de su padre en 1373, el férreo cerco terrestre y marítimo de Lisboa.

El comienzo de la campaña no fue el esperado para Juan I de Castilla, pues no pudo conquistar Coímbra, decidiendo avanzar hacia Lisboa e iniciar el asedio.

El combate tuvo lugar el 18 de junio de 1384,[9]​ y el resultado de esta intensa pelea fue aparentemente favorable a los castellanos, pues hundieron cuatro naos y causaron casi 2000 bajas al enemigo, Ruy Pereira resultó muerto en la lucha, pero el resto del convoy portugués pudo forzar el bloqueo y descargar los víveres y suministros que se necesitaban en Lisboa.

Más bajas que la reacción portuguesa causó en el ejército castellano la aparición de la peste.

En su tumba figuraba un epitafio, hoy desaparecido, que así decía: Fue sustituido en el cargo por su hijo Juan Fernández de Tovar,[9]​ y no cabe duda de que los sobresalientes servicios prestados por su padre a Enrique II y a Juan I constituyeron factores decisivos en la designación.

La batalla de Najera.
La batalla de La Rochela.
Jean de Vienne.
Principales ataques de Tovar y Vienne contra Inglaterra (1374–1380).
Enrique II de Castilla.
Juan I de Castilla.
Batalla naval de la flota castellana.
Juan I de Portugal.
Batalla entre castellanos y portugueses.