Los fenilpropanoides se encuentran en todo el reino vegetal, donde sirven como componentes esenciales de varios polímeros estructurales, brindan protección contra la luz ultravioleta, defienden contra herbívoros y patógenos y median las interacciones planta-polinizador como pigmentos florales y compuestos aromáticos.
La fenilalanina se convierte primero en ácido cinámico por la acción de la enzima fenilalanina amoniaco liasa (PAL, de sus siglas en inglés): Algunas plantas, principalmente las monocotiledóneas, utilizan tirosina para sintetizar el ácido p-cumárico mediante la acción de la enzima bifuncional fenilalanina/tirosina amoniaco liasa (PTAL).
Los fenilpropenos, como el eugenol, anetol, safrol y estragol, también se derivan de los monolignoles.
Estos compuestos son los componentes principales de varios aceites esenciales.
La hidroxilación del ácido cinámico en la posición 4 por la trans-cinamato 4-monooxigenasa conduce al ácido p-cumárico, que puede modificarse adicionalmente en derivados hidroxilados como la umbeliferona, la esculetina, escopoletina, escopolina, suberisina...[3] Para estos compuestos se combinan dos vías, primero se parte del ácido p-cumárico a través de su tioéster con coenzima A, es decir, el 4-cumaroil-CoA, para la producción de chalconas.