Usa como propelentes queroseno para cohetes (RP-1) densificado y oxígeno líquido (LOX).
La primera etapa es capaz de aterrizar para ser reutilizada en nuevas misiones, ya sea volviendo a tierra o sobre una nave dron.
En junio de 2015, una falla catastrófica hizo que el lanzador y su carga se destruyesen poco después del lanzamiento.
Para añadir fiabilidad al reinicio, el motor tiene ignitores pirotécnicos dobles redundantes (TEA-TEB).
La sección entre etapas, que conecta la etapa superior y la inferior del Falcon 9, es una estructura compuesta con un núcleo de fibra de carbono y aluminio.
Esto produce importantes ahorros en el coste de la producción del vehículo.
Los cohetes de la familia Falcon 9 se han lanzado 143 veces durante 10 años, resultando en 141 éxitos completos de la misión (&&&&&&&&&&&&&098.60000098,6 %), un éxito parcial (CRS-1 entregó su carga a la ISS, pero una carga útil secundaria quedó varada en una órbita inferior a la planificada), y una falla (la nave espacial CRS-7 se perdió en pleno vuelo).
Además, un cohete y su carga útil Amos-6 fueron destruidos antes del lanzamiento en preparación para una prueba de ignición estática en la plataforma.
Falcon Heavy se lanzó por primera vez el 6 de febrero de 2018, incorporando dos primeras etapas restauradas como propulsores laterales; luego, lo hizo nuevamente en abril y junio de 2019, en este último, se reutilizaron los propulsores laterales del vuelo anterior.