Realizó sus primeras excursiones científicas junto a entomólogos como Manuel Martínez de la Escalera e Ignacio Bolívar y Urrutia, quien fue su mentor.
Estos viajes le reportaron un gran prestigio cuando, en 1945, descubrió por casualidad una colonia de focas monje.
La experiencia adquirida en el seguimiento del insecto propició su nombramiento como comisionado por la FAO para la lucha contra la langosta en Centroamérica en los años 1950.
Morales trabajó intensamente en la preparación del mismo y tuvo ocasión de conocer a los más ilustres entomólogos de la época, entre ellos Boris P. Uvarov, Lucien Chopard, Malcolm Burr, F. S. Bodenheimer y C. Willemse.
En el congreso se alternaron, como era habitual, conferencias con sesiones de campo.
[18] En 1941 se trasladó a Almería para trabajar en la estación de fitopatología y, seguidamente, realizó su segunda expedición por el protectorado español de Marruecos junto al entomólogo alemán Werner Marten.
[19] Desde Barcelona viajó en 1945 hasta Las Palmas de Gran Canaria para comenzar una expedición similar desde Villa Cisneros.
[25] Las conferencias sobre la langosta del desierto que organizó la FAO en Beirut en 1949 abrieron la puerta a su contratación como comisionado de este mismo organismo en Centroamérica para estudiar las plagas de langosta.
[28] Tras unas visitas fugaces por Europa volvió a Managua en marzo de 1952, pero fue mordido por una serpiente venenosa en Honduras.
[30] Ya en España continuó colaborando con el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA) y el Instituto Español de Entomología (IEE), que años después le nombraría secretario.
[31] En 1961 sus amigos José Antonio Valverde y Francisco Bernis realizaban gestiones sobre los terrenos que tiempo después conformarían el parque nacional de Doñana.
[34] En 1967 comenzó su labor en Irán como enviado de la FAO, donde por un año estudiaría las plagas agrícolas.
[34] Como el propio Morales reconocería en Valsaín en 1989, «los que han mandado [...] han sido los de Coleoptera o los de Lepidoptera, que han tenido grandes plagas, y nadie se ha acordado nunca de las plagas que causaban los ortópteros; pero desgraciadamente o afortunadamente estaba la langosta».
En abril de 1972 recibió su tercera condecoración: la Encomienda Ordinaria del Mérito Agrícola.
En 1995 comenzaron los trámites para su nombramiento como doctor honoris causa por la UAM, que no terminaron hasta que personalidades de todo el mundo confirmaron a la universidad la valía de Morales como científico.