[1] Tras la Reconquista de Madrid (Magerit), a finales del siglo XI, Alfonso VI creó un alfoz —dada la escasa población de la zona— con límites geográficos poco definidos en torno a Madrid, permaneciendo gran parte la posterior provincia en manos segovianas.
Primero Alfonso VIII reconoció las tierras como pertenecientes a Segovia, después Fernando III quiso frenar las disputas creando un territorio de uso mutuo: el Real del Manzanares, el conflicto continuó y Alfonso X, se lo reservó para sí, incorporando dichos lugares a la Corona.
A Segovia nunca volvería el territorio y Madrid solo pudo verlo en sus manos llegada la división provincial de 1833.
[3] A esta amplia zona se le fueron segregando poblaciones con sus territorios asociados, como Colmenar Viejo en 1504.
Puntualmente, durante la revolución comunera varios campesinos de este sexmo y los recientemente desmembrados entonces Casarrubios y Valdemoro se proclamaron en juntas vecinales segovianos pero fueron rápidamente aplastados por las tropas realistas de Carlos V.