Navalquejigo

La toponimia que se refleja en el censo[1]​ del siglo XVIII es muy variada, conservándose hasta la actualidad solo algún antiguo nombre: Al norte del pueblo estaban Monte de la Villa, Atalaya de San Bartolomé, Pajar del Monte.

Ya que se diferencian 3 fases, la del siglo XIII que es la puerta interior y casi toda la parte inferior de los muros, la del siglo XV a la que pertenece el balcón fortificado y la mejora en el XVI y arreglos del XIX.

Inicialmente pertenecía al Real de Manzanares y posteriormente a los Duques del Infantado.

En este periodo es cuando varios terrenos pasan al patrimonio de la iglesia, como el Prado del Señor, que aún se conserva, mientras que casi todo lo demás, era tierras comunales de pastos y agricultura.

Casi todo su término se delimitó por una Cerca Real, existiendo una puerta de Navalquejigo en ella, y les impidieron tener perros.

En 1748 se convirtió en Ayuntamiento, con cárcel, picota, horca, un mesón y herrería.

Del plano se puede ver que las casas eran casi todas las mismas de ahora y su arquitectura se centra en las casas tipo Herrén, una casa dentro de una parcela, con huertos, cuadras, pozos, hornos, pajares y almacenes en esa parcela.

Había más pajares que viviendas, ya que vendían productos no solo al Monasterio, sino a Madrid, como piedra, leña, carbón o trigo.

El alcalde se cambiaba cada 2 años y había una cofradía en la iglesia, junto con su cementerio parroquial.

Unos años más tarde aparece un rico madrileño que desde una tierra desamortizada cerca del puente del Tercio, empieza a comprar las tierras poco a poco, también, por falta de trabajo para sus habitantes, las casas del pueblo, que a su vez iba repoblando con personas que trabajaban para él.

Otro edificio cercano que se construye en esta década o a principios del siglo XX, es Los Cierros de la Asunción.

Ha sido ampliamente estudiado por el historiador Daniel Martín Soler del cual está haciendo un libro.