Quijote de Avellaneda

Este evento aceleró la redacción e impresión en 1615 de una segunda parte canónica y oficial del Quijote con numerosas alusiones y críticas a la versión de Avellaneda.

De acuerdo con el medievalista Martín de Riquer, Cervantes conocía «indudablemente» al verdadero escritor por sus numerosas referencias en su segunda parte, pero «su venganza consistió [...] en no revelarnos quién fue su amigo y competidor».

Esta hipótesis es recogida en la película Cervantes contra Lope (2016), de Manuel Huerga.

Con el propósito de participar en las justas se encamina con Sancho Panza a Zaragoza, pero la pendencia que sostiene con un melonero en Ateca lo hacen detenerse en ese lugar y llegar a Zaragoza cuando ya han concluido las justas.

Encuentra, sin embargo, a don Álvaro Tarfe y sus amigos, quienes le hacen objeto de una serie de burlas y le preparan aventuras ficticias.

La primera ilustra las terribles consecuencias que se derivan de haber colgado los hábitos.

[12]​ No es una mala novela; posee algunas virtudes, si bien no puede compararse a la del genio alcalaíno, especialmente en cuanto a diseño de personajes, humor y estilo.