Elías Castelnuovo
Elías no puede proseguir los estudios primarios más allá de cuarto grado y su cuñado le exige trabajar para aportar a la casa familiar.En esta imprenta, donde comenzó a forjarse una cultura autodidacta, conoce al escritor uruguayo José Enrique Rodó.Más tarde ficcionalizó estas experiencias en diversas obras, como su novela Calvario (1949), que le valieron el mote de “el Gorki argentino”.Quincenario anarquista y en el diario ácrata La Protesta con poemas de adhesión a la Revolución rusa.En 1927-28 Castelnuovo edita, con la colaboración del artista plástico Guillermo Facio Hebequer, otro órgano “boedista”: la revista Izquierda.En 1926 hace su primera incursión teatral con la obra Ánimas benditas, que estrena la compañía de Enrique Arellano en el Teatro La Ideal.Tras el golpe militar de 1930, sufre reiterados allanamientos en su casa, así como persecuciones policiales y judiciales.[1] Debió exiliarse en Montevideo al ser derrocado Juan Domingo Perón e instaurarse la dictadura autodenominada Revolución Libertadora.Sin embargo, todas las experiencias emprendidas con los comunistas —incluyendo sus libros de viaje a la URSS y sus colaboraciones en Bandera Roja— culminan en agrias polémicas públicas con Rodolfo Ghioldi, que frustran una y otra vez la afiliación de Castelnuovo al PC.En 1934 aparece el volumen Vidas proletarias, tres dramas inspirados en el canon del realismo socialista soviético.Si bien Castelnuovo no es expulsado del país, durante varios años se aleja de la actividad política y cultural.Es elegido para presidir un congreso del Partido Socialista de la Revolución Nacional (PSRN), que lidera Enrique Dickmann.En 1971 publica otro ensayo: Jesucristo, montonero de Judea, que presenta a Cristo como “proto-comunista” y lo dedica al sacerdote tercermundista Hernán Benítez.Durante el tercer gobierno peronista alcanza su mayor reconocimiento: en 1973 el Rector de la UBA Rodolfo Puiggrós lo designa profesor emérito honoris causa y un año después Ediciones Culturales Argentinas publica sus Memorias.Los autores que más influenciaron su obra fueron Leonid Andréiev, Tolstói, Dostoievski y Edgar Allan Poe.En 1973 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires por su aporte a la cultura.[cita requerida]Por su parte, Juan Carlos Portantiero afirma que las ficciones de Castelnuovo se caracterizan por entramar elementos del “populismo” y del “naturalismo”, y por un “fatidismo mesiánico” (1961, p. 120) que tiene como fin provocar una “visión piadosa de la clase trabajadora” (120).En paralelo, existe una serie de estudios críticos que ofrecen una mirada diferente a la dominante.Por su parte, Adriana Rodríguez Pérsico percibe su tono burlesco sobre el discurso médico, pero encuentra una “contradicción” (2013, p. 34) en Castelnuovo, en tanto esta parodia coexiste en su poética con un “naturalismo de trazos gruesos” (34).