José Enrique Rodó

Sus consejos morales y éticos se expresan en muchos casos por medio de parábolas.

En 1907 volvió a la política otras dos veces: cuando fue elegido diputado en 1908 y de nuevo en 1910.

Siempre buscó ser consciente y responsable ante los contratos, que solía redactar él mismo.

En 1915, se dedicó a las obras de Rubén Darío, Simón Bolívar y Juan Montalvo.

Cuando su salud empeoró, emprendió el siempre soñado viaje a Europa, designado como corresponsal de la revista argentina Caras y Caretas.

Es decir, como un esfuerzo por explorar las propias raíces para desarrollar una memoria histórica que no fuera meramente artificial.

En este sentido, Rodó aborda la identidad americana desde presupuestos éticos y espirituales.

Esto le permite defender la democracia y al mismo tiempo oponerse a la tiranía del número.

[7]​ Los ensayos de Rodó, marcados por la defensa del americanismo y la crítica a la cultura norteamericana, tuvieron una extraordinaria difusión.

Su tersa prosa y su agudo pensamiento han influido en varias generaciones de toda América.

[9]​ Sus escritos acerca de la democracia influenciaron en el grupo cultural chileno llamado "Los Diez" conformado por arquitectos, escritores, escultores, músicos y pintores, y que tuvieron influencia en el periodo de 1914 hasta 1924.

Un joven Rodó en 1900.
Placa conmemorativa en Palermo
Sepelio de José Enrique Rodó.
José Enrique Rodó en su estudio.
Busto a Rodó en París
Monumento a Rodó en Montevideo
Busto de Rodó en el Parque El Ejido , Quito .
Busto de Rodó en el parque homónimo