Ecclesiam Dei

En esta separación participó también los eslavos orientales, aun cuando -tras el cisma de Miguel Cerulario- estos pueblos mantuvieron alguna relación con la Sede Apostólica que, interrumpida por las invasiones de los tártaros y los mongoles, se reanudó hasta que fue impedidas por los poderosos.

El papa Clemente VII, formalizó esa unión mediante la constitución Magnus Dei.

Facilitado este contexto histórico y eclesial el papa introduce con toda solemnidad el recuerdo de San Josafat.

Creció en las virtudes con singular amor a la Cruz, y años después fue elegido para regir como archimandrita el monasterio, desarrollando una intensa labor pastoral en su entorno, procurando en sus conciudadanos con abundantes frutos, la unión con la cátedra de Pedro.

Pero no pudo alcanzarse este objetivo, sino que se multiplicaron las ofensas, con desprecio a los sentimiento religiosos, con persecución incluso sangrienta de cristianos, sacerdotes y obispos.