Maximam gravissimamque

Expone el origen del problema y los medios que se han utilizado para llegar a dicha solución.

La ley declaró que todos los edificios religiosos se consideraban propiedad del Estado, cediendo el uso de los templos a las asociaciones de culto que debían constituirse.

Los fieles han proporcionado con generosidad las limosnas necesarias para sostener el culto y el mantenimiento de los sacerdotes, y estos han cumplido abnegadamente su ministerio.

Para ello, de acuerdo con el Gobierno francés, y con la intervención de expertos en la materia, se llegó a unos estatutos que enviados por el nuncio a la Santa Sede, fueron consultados con los obispos franceses y posteriormente estudiados por los cardenales pertenecientes a las Congregación para Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios.

Por todo ello, estando a salvo los sagrados derechos de Dios y del Iglesia, y deseando dar una base legal a la Iglesia de Francia, y contribuir una plena pacificación de la nación La encíclica continúa explicando que se trata de remediar males mayores, y que, por tanto, al aplicar este remedio en nada hay que apartarse de la condena del laicismo -reiterada por Pio X- siempre que "laicismo" signifique un sentimiento o intención contraria o ajena a Dios y la religión.