María Teresa de Francia

[9]​ A medida que María Teresa crecía, el sentimiento revolucionario ganaba impulso.El descontento social y el elevado déficit presupuestario provocaron la aparición del movimiento antiabsolutista.A pesar de que actualmente se considera que las acciones de María Antonieta tuvieron un impacto poco relevante como para provocar tal grado de animosidad hacia su persona, el daño provocado por los libelos injuriantes supuso un catalizador para el alzamiento que tendría lugar poco después.María Antonieta, quien no llegó a ver la cabeza de la princesa, se desmayó tras tener conocimiento de lo ocurrido, hecho sobre el cual María Teresa diría años más tarde que aquella había sido la primera vez en que había visto a su madre perder sus fuerzas.Su solicitud de tener acceso a más libros fue denegada por los oficiales al igual que otras peticiones, teniendo María Teresa que oír con frecuencia el llanto y los gritos de su hermano Luis Carlos cuando era golpeado.Durante su encarcelamiento, María Teresa no fue informada del destino de su familia, sabiendo únicamente que su padre había muerto.[16]​ Solo tras el fin del Terror se permitió a María Teresa abandonar Francia.El conde, quien no tenía hijos, deseaba que su sobrina contrajese matrimonio con Luis Antonio, hijo de su hermano el conde de Artois, a lo que María Teresa accedió.[20]​ La familia real se trasladó posteriormente a Gran Bretaña, estableciéndose en Hartwell House, Buckinghamshire,[21]​ si bien el suegro de María Teresa pasó la mayor parte del tiempo en el Palacio de Holyrood, en Edimburgo, donde le habían sido otorgados varios apartamentos.Luis XVIII intentó mediar entre liberales y ultramonárquicos, estos últimos liderados por el conde de Artois.Intentó también reprimir a todos aquellos que afirmaban ser Luis XVII, quien se sospechaba había logrado sobrevivir a la Revolución francesa, si bien en realidad había fallecido en el Temple en 1795.Todos estos intentos de suplantación provocaron gran angustia en María Teresa, quien se sentía emocionalmente exhausta y desconfiaba de todos aquellos que habían mostrado apoyo a la Revolución o a Napoleón.No obstante, el sentimiento antimonárquico volvió a ganar impulso a consecuencia de las simpatías ultrarrealistas del rey, lo que motivó la alienación de las clases media y trabajadora.Posteriormente, la familia real abandonó Praga y se trasladó a una propiedad del conde Coronini ubicada cerca de Gorizia, por aquel entonces en territorio austriaco.Su esposo, quien falleció en 1844, fue enterrado junto a su padre, trasladándose María Teresa a Frohsdorf, un castillo de estilo barroco ubicado a las afueras de Viena, donde pasó la mayor parte del tiempo caminando, leyendo, cosiendo y rezando (era devota de la religión católica al igual que su tío Carlos y su tía Isabel).[27]​ La mujer, identificada como Sophie Botta, vivió en un castillo ubicado en Hildburghausen desde 1807 hasta 1837, no estableciendo contacto alguno con los habitantes de la zona[28]​ ni dejándose ver en público sin un velo cubriendo su rostro.Van der Valck, quien se refería a Botta como Su Alteza, solo se comunicaba con ella en francés,[30]​ motivo por el cual varios historiadores alemanes creyeron que esta mujer era la auténtica María Teresa,[28]​ quien supuestamente habría intercambiado su lugar con su hermana adoptiva y posible medio hermana Ernestine Lambriquet tras la Revolución,[27]​ posiblemente demasiado traumatizada como para volver a vivir en sociedad[27]​ o tal vez como resultado de un embarazo producto de una violación por parte de uno de sus custodios en el Temple,[29]​ hecho mencionado en una carta escrita por un amigo de la familia en la corte española en 1795.
Retrato de María Teresa, por Adolf Ulrik Wertmüller (1786)
Retrato de María Antonieta con sus hijos María Teresa y Luis José en el Petit Trianon , por Wertmüller (1785)
La huérfana del Temple , por Edward Matthew Ward (siglo XIX )
Retrato de María Teresa, por Heinrich Friedrich Füger (después de 1795)
Retrato de María Teresa, por Alexandre-François Caminade (1827)