Hans Axel de Fersen
En 1774, tras viajar por Europa para perfeccionar su educación, llega a la corte de Francia, donde causa gran sensación por su apostura.La reina no lo ha olvidado, y toda la Corte se da cuenta de que le dedica una particular atención.Deseando más acción, solicita unirse al cuerpo expedicionario que parte para América.Gustavo III no tarda en gratificarlo con una renta de 20.000 libras anuales, lo que le permitirá vivir con holgura en la Corte.En 1787, Gustavo III está en Finlandia en guerra contra Catalina II de Rusia, y Fersen se va a acompañarlo durante unas cuantas semanas.Los familiares más próximos a la realeza se muestran contrarios a que Fersen se instale tan cerca de la reina, aduciendo que esto incrementará el rencor de los cortesanos hacia ella.Fersen piensa unirse a ellos en la plaza-fuerte de Montmédy, adonde se dirige la familia real, pasando por Bélgica.Fersen se siente engañado y hace a la reina partícipe de lo que él considera una traición.Fersen está convencido de que la coalición obtendrá una victoria rápida y ya piensa en un gobierno monárquico para tomar el relevo.Cuando Dumouriez deserta y se une a los austriacos en marzo, Fersen está convencido de que éste es el fin de los revolucionarios y que María Antonieta será pronto la regente.Cuando Gustavo IV Adolfo accede al trono, Fersen recobra todos sus cargos y dignidades.En 1801 es nombrado riksmarskalk (Gran Mariscal del Reino), ministro y canciller de Upsala, pero pierde el favor real cuando se opone firmemente a la guerra de Suecia contra Prusia, guerra que Gustavo IV quería llevar a cabo para castigar a Prusia por haberse negado en su intención de invadir Francia.