Siguiendo su ejemplo, el resto de damas abandonaron el palacio del mismo modo.La princesa de Tarento llevó a Pauline con su abuela, pudiendo reunirse al poco tiempo con su madre.Pauline se reunió al día siguiente con su madre y con la familia real en el convento de los Feuillants, en el cual habían sido encerrados, habiendo escapado de la masacre en las Tullerías únicamente con la ropa que llevaban puesta.Se dice que ambos solían jugar a juegos interminables durante el arresto de la familia en las Tullerías.Durante su estancia en las Tullerías y posteriormente en la prisión del Temple, Pauline se hizo amiga íntima de la hija de María Antonieta, quien era apenas unos años más joven que ella.Visitó continuamente a María Teresa durante su confinamiento en el Temple y siguió manteniendo contacto con ella mediante correspondencia durante su exilio, enviándole en una ocasión una flor de la tumba de sus padres.