[8] Theo Kölzer define la diplomática como "la enseñanza y el estudio de los diplomas".
[11] A pesar de la similitud verbal, esta disciplina poco tiene que ver con la diplomacia.
De allí, la palabra entró en la lengua francesa como diplomatique, y luego en español como diplomática.
La diplomática tiene por objeto analizar y estudiar críticamente los documentos, es decir, no solamente evaluar su autenticidad o falsedad, sino también valorar otros aspectos a la vista de los caracteres intrínsecos y extrínsecos que ofrece.
En los archivos nobiliares y monásticos había gran número de documentos falsos.
[cita requerida] Con anterioridad al siglo XVII, la diplomática no se consideraba como una verdadera ciencia, desde siempre las autoridades han dictado reglas para distinguir los documentos auténticos de los falsos.
Las fórmulas son documentos de ejemplo (plantillas) destinados a servir como modelo a la hora de redactar el documento nuevo y que incluyen todos los formulismos y cláusulas necesarias para que éste pueda ser válido.
Son los elementos de la forma del documento que sólo pueden examinarse y estudiarse sobre el original o en su reproducción exacta.
[20] La redacción del documento, los caracteres, vocabulario, recursos a figuras retóricas, estilo (libre, solemne, personal, pomposo, subjetivo, objetivo, epistolar), grafías, el cursus medieval (estilo retórico con reglas estrictas en la construcción y composición de las frases) apreciable especialmente en bulas pontificias.
[21] El tenor documental está formado por el conjunto de elementos que constituyen el cuadro del acta escrita propiamente dicha y que se pueden ramificar en tres grupos:[22] La escritura (número de referencia "Archives nationales de France" AE/II/84) está escrita en pergamino (696 x 320 mm) y su escritura en carolina tardía sobre diez líneas marca una división clásica en litterae elongatae (l.1, 9 y 10) y litterae communes (l.2-8), una tradición documentada desde al menos la Antigüedad Tardía.